Los seres humanos, por naturaleza, temen estar perdiendo una oportunidad cuando ven a otras personas lograr resultados financieros a corto plazo. Los sesgos de conducta, como el sesgo de confirmación o el sesgo de inmediatez, se imponen sigilosamente y pueden avivar las llamas de la exuberancia del mercado. La historia está plagada de periodos en los que los precios del mercado se han tornado irracionales y sobrevalorados, y las compras de activos han pasado de ser inversiones basadas en análisis para convertirse en prácticas de especulación basadas en la dinámica imperante sin pruebas contundentes. Con esto en mente, desglosamos las cinco señales principales de la actual exuberancia del mercado que, en nuestra opinión, los inversores deberían tener en cuenta.
El auge de la inversión minorista y el apalancamiento
Resulta preocupante el comportamiento cada vez más especulativo de los inversores minoristas a través de nuevos foros de negociación, lo que incluye un abanico más amplio de instrumentos operativos y la ludificación de la negociación. Se ha registrado un acusado aumento de las operaciones minoristas, y la deuda de margen (a saber, los préstamos en una cuenta de corretaje) ha tendido al alza a una velocidad alarmante (como se muestra en el gráfico 1). Consideramos que ese endeudamiento para invertir puede resultar contraproducente incluso en periodos de leve descenso de los mercados. La negociación con opciones también se ha disparado, ya que la tecnología, el tiempo libre y el tedio de los confinamientos han impulsado las operaciones unidireccionales.
Las SPAC al ataque
La estructura SPAC (siglas inglesas que corresponden a las empresas de adquisición con fines especiales) ha ofrecido a las empresas emergentes una vía más fácil para salir a bolsa y con un menor escrutinio regulatorio que las tradicionales ofertas públicas de venta (OPV). Las SPAC son sociedades instrumentales (sin operaciones comerciales) cotizadas en bolsa que, primero, captan fondos a través de los mercados de valores y, después, buscan empresas con las que fusionarse, las cuales tienen la oportunidad de eludir la vía tradicional de una OPV. Las SPAC han experimentado una aceleración a escala mundial hasta alcanzar la cifra récord de 170.000 millones de dólares este año, un dato superior al total de 157.000 millones de dólares del año pasado, según Refinitiv. No obstante, la euforia ha comenzado a toparse con un mayor escepticismo en la comunidad inversora y ha llamado la atención de los reguladores.
El creciente interés en Bitcoin y criptomonedas
La criptomoneda bitcoin marcó un máximo histórico en 2021, lo que alentó a muchos inversores y profesionales de la inversión a reflexionar sobre la conveniencia de incluir dichos instrumentos en sus carteras. Ahora bien, nos mostramos escépticos respecto al potencial de las criptomonedas para operar fuera del sistema financiero tradicional. Las autoridades políticas podrían intentar endurecer los marcos reglamentarios y centralizar la supervisión de las criptomonedas y, en nuestra opinión, estos y otros riesgos potenciales deberían tenerse en cuenta antes de adoptar cualquier decisión de inversión.
La concentración de los índices y la valoración de la renta variable
La concentración del mercado estadounidense de renta variable ha ido en aumento desde enero de 2013: las cinco mayores empresas del S&P 500 representaban más del 20% del índice (en términos de ponderación) a 31/03/2021. La lista de las principales posiciones está dominada por la tecnología, lo que sugiere que cualquier vuelco en el sentimiento tecnológico podría hacer mella en el mercado general. El apetito por el riesgo de los inversores ha catapultado las valoraciones por encima del nivel de dos desviaciones estándares, lo que podría traducirse en una significativa volatilidad de precios y un mayor riesgo potencial.
La inversión temática se vuelve eléctrica
A nuestro parecer, tanto la pandemia del COVID-19 como las políticas del Gobierno de Biden constituyen los principales catalizadores de la transición hacia una economía más verde y más orientada a la sostenibilidad que conllevará un mayor énfasis en la inversión temática. Algunos sectores más maduros, como la automoción, han apostado por la tecnología eléctrica (como se muestra en el gráfico 2) en un esfuerzo por impulsar las ventas y mejorar su perfil ASG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo). Otros sectores convencionales, como la atención sanitaria, han hecho hincapié en la intersección entre la salud pública, la migración y el cambio climático. Consideramos que la inversión en temas concretos o un grupo de temas de elevada convicción está cobrando protagonismo y el actual entorno exuberante no hará sino acelerar esta tendencia.
Nuestra opinión sobre la exuberancia del mercado
En entornos de mercado como el actual, consideramos importante que los inversores reconozcan la diferencia entre gestión activa (lo que es parecido a analizar unas previsiones meteorológicas desfavorables y anticipar de manera responsable lo que está por llegar) y especulación (que se asemeja a ignorar los datos meteorológicos y caminar por la cuerda floja sin ninguna red de seguridad en medio de un huracán).
A nuestro parecer, centrarse en factores fundamentales, como el crecimiento de las ventas, el poder de fijación de precios, ventajas competitivas sostenibles, la generación de flujo de caja libres, los niveles de endeudamiento, la importancia financiera relativa y la solidez de la gestión, se traducen en una asignación responsable del capital y en la posibilidad de crear valor a largo plazo. La exuberancia del mercado no siempre sugiere que un cambio de tendencia está a la vuelta de la esquina, pero sí presenta una oportunidad para volver a evaluar el riesgo y reequilibrar las carteras en función de los objetivos deseados.
Tribuna de Jonathan W. Hubbard, es director dentro del área de Soluciones de Inversión para MFS Investment Management.
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