BBVA refuerza su compromiso para reducir los riesgos del cambio climático y se adhiere a la Alianza para la Contabilidad del Carbono en la Industria Financiera (Partnership for Carbon Accounting Financials: PCAF). Esta iniciativa nació en 2019 y tiene como objetivo establecer una metodología internacional para medir y divulgar las emisiones de gases de efecto invernadero financiadas por los bancos e inversores.
Se trata del primer y único banco español en comprometerse con esta medición de emisiones financiadas a través de PCAF, una alianza internacional de instituciones financieras que colaboran para desarrollar e implementar un enfoque global y armonizado que mida y divulgue las emisiones asociadas con sus préstamos e inversiones. Formada por más de 120 bancos e inversores de cinco continentes, se está expandiendo rápidamente en Norteamérica, América Latina, Europa, África y Asia-Pacífico. Los activos financieros totales de todos los miembros de PCAF suman más de 39.000 millones de dólares.
Dentro de esta alianza, 16 entidades establecieron el diseño del Estándar Global de Contabilidad e Información de Gases de Efecto Invernadero para la Industria Financiera, que pretende armonizar la contabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero. La medición de las emisiones financiadas usando dicho estándar es un paso clave para que las entidades financieras puedan evaluar los riesgos de transición asociados al cambio climático, fijar objetivos alineados con el Acuerdo de París y desarrollar estrategias efectivas para descarbonizar la economía.
Ricardo Laiseca, responsable de la oficina global de sostenibilidad de BBVA, ha explicado que “sumarnos a PCAF es muy importante para construir una metodología que apoye los esfuerzos de las entidades financieras globales para identificar y medir los riesgos del cambio climático”.
“Nos complace dar la bienvenida a BBVA y a su compromiso de medir y divulgar sus emisiones financiadas utilizando el estándar PCAF. Medir las emisiones financiadas mediante PCAF será un paso fundamental para que BBVA logre su objetivo de cero emisiones netas para 2050”, ha señalado Giel Linthorst, director ejecutivo de PCAF.
A medida que la industria financiera mundial se adapta a los efectos del impacto del cambio climático, los accionistas, reguladores, inversores y partes interesadas demandan un papel más proactivo en el apoyo de soluciones junto a los gobiernos y la sociedad civil. Las entidades financieras tienen una gran oportunidad, ya que es necesaria una elevada financiación de capital destinada a esa transición hacia una economía baja en carbono.
BBVA lleva tiempo comprometido y trabajando para el control y reducción de emisiones (propias y de sus clientes o inversiones). La entidad se ha incorporado como uno de los miembros fundadores a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA) en la que los bancos adheridos se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite. Algo que ya anunció el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, en la última Junta General de Accionistas de la entidad.
Recientemente, BBVA ha hecho público que dejará de financiar empresas relacionadas con el carbón antes de 2030 en países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países, una decisión recogida en la actualización del Marco Medioambiental y Social del grupo financiero y alineada con la propuesta del grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que consiste en limitar la subida de las temperaturas a un máximo de 1,5ºC.