La pandemia del COVID-19 ha proporcionado a la industria farmacéutica una oportunidad para mostrar al mundo su propuesta de valor social. No solo la sociedad ha sido capaz de observar el vínculo directo entre las inversiones en investigación y desarrollo (I+D) y la producción de fármacos que salvan vidas, sino que todo el planeta ha sido testigo de una colaboración mundial sin precedentes entre el sector público y privado para llevar las vacunas al mercado en un tiempo récord.
Con el fuerte énfasis en la inversión medioambiental, social y de gobierno corporativo (ASG) y la exigencia para que las empresas adapten sus prácticas empresariales a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el sector farmacéutico ocupa una posición prometedora para mejorar el acceso a los medicamentos en los países de ingresos medios y bajos. Como resultado, muchas empresas están empezando a cuantificar y documentar el desarrollo de tratamientos innovadores para necesidades médicas no atendidas, para llegar al máximo número de pacientes posible.
Los datos se han convertido en un activo creciente, tanto para las empresas como para los inversores, y el auge de la atención basada en el valor ha intensificado la necesidad de capturar resultados de los pacientes y de permitir modelos de precios más innovadores basados en datos del mundo real.
Abordando la crisis del acceso
La industria farmacéutica, que en años recientes ha sufrido reveses en su reputación1, tuvo la oportunidad de recuperar su imagen pública. Según el CEO de Eli Lilly, David Ricks, la pandemia del COVID-19 ofreció a la industria “una oportunidad única para restaurar su reputación” demostrando el nivel de innovación para desarrollar y distribuir unos fármacos novedosos a quienes los necesitaban2. Esto, sin embargo, se ha visto empañado por la notoria desigualdad del sistema sanitario global y la crisis del acceso a los medicamentos. A medida que comenzaron los programas de despliegue de las vacunas contra la Covid-19 el año pasado, miles de millones de personas de países con ingresos medios y bajos quedaron relegados al último puesto de la fila para recibirlas, y el mundo vio una confrontación política que puso de relieve el nacionalismo respecto a las vacunas.
La pandemia también ha evidenciado la fragilidad en la cadena de suministro de las vacunas y la falta de preparación para abordar futuras pandemias, con un número reducido de empresas encargándose de la mayor parte de los proyectos de I+D3 urgentes. Según la fundación Access to Medicine Foundation, que tiene por objetivo cambiar la forma en la que las empresas farmacéuticas distribuyen los medicamentos a quienes carecen de recursos, no existe actualmente ningún proyecto en cartera para 10 de las 16 enfermedades identificadas por la Organización Mundial de la Salud como los principales riesgos para la salud pública4.
No obstante, las farmacéuticas no pueden ser las únicas responsables de cambiar la situación. Hay numerosos factores que determinan el grado de acceso de los pacientes, entre ellos, la eficacia de los sistemas sanitarios, el acceso al seguro médico, el régimen fiscal y las políticas de abastecimiento. Una de las principales barreras mencionadas por las empresas ha sido la falta de infraestructuras sanitarias. Esta cuestión tiene una especial prevalencia en el caso de los fármacos oncológicos, en el que las técnicas de examen, los diagnósticos y los oncólogos no siempre se encuentran disponibles, por no hablar de un suministro eléctrico estable o refrigeradores para almacenar las muestras y los productos químicos. Además, muchos sistemas sanitarios carecen de especialistas sanitarios; hay retos logísticos, en especial en zonas rurales, mientras que existen factores propios de los pacientes, como percepciones equivocadas y estigmas en torno a las enfermedades y los medicamentos. El abordaje de todas estas cuestiones requiere un compromiso por parte de los gobiernos y la puesta en común de recursos, habilidades, experiencia y voluntad entre múltiples grupos de interés.
Utilizando el acceso como un filtro para la inversión
Es importante que los inversores comprendan cómo las distintas farmacéuticas están abordando el acceso a los medicamentos dentro de su estrategia de negocio, en especial con el creciente riesgo de “blanqueamiento” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El enfoque de una empresa respecto al acceso a los medicamentos podría verse como aproximación de la innovación y de una buena gobernanza, y podría proporcionar a los inversores un filtro con el que observar la manera de la empresa de gestionar otros retos emergentes.
- Si el acceso forma parte de la visión estratégica de una empresa, su negocio podría ser más ágil y resiliente al entrar en mercados en crecimiento y buscar fuentes alternativas de beneficios.
Las empresas que invierten en ampliar el acceso a los medicamentos también podrían mejorar su imagen corporativa, lo que podría ayudarlas a retener el talento y aumentar la productividad total al generar una sensación de propósito entre los empleados, así como mejorar la participación del público en ensayos clínicos.
Cuantificar el acceso a los medicamentos y hacer comparativas válidas es, sin embargo, una tarea difícil, ya que las farmacéuticas tienen diferentes carteras de productos y estrategias comerciales. Una herramienta que pueden utilizar los inversores es el Índice de Acceso a Medicamentos. Janus Henderson es uno de los signatarios y promotores del Índice de Acceso Medicamentos desde hace muchos años. El índice clasifica a 20 de las mayores farmacéuticas mundiales en función de cómo gestionan los riesgos y las oportunidades en relación con el acceso a los medicamentos en los países de ingresos medios y bajos. El índice mide una serie de factores de valor dentro del negocio farmacéutico, incluidos el precio, la investigación y desarrollo (I+D), la gobernanza y el cumplimiento normativo, identificando las mejores prácticas, controlando los avances y mostrando áreas críticas en las que aún deben mejorar.
Soluciones innovadoras
Dada la complejidad que entraña el acceso global a los medicamentos, la industria farmacéutica ha tenido que buscar soluciones innovadoras. Un área que presentó un enorme crecimiento ha sido la de las colaboraciones público-privadas, también conocidas como colaboraciones de desarrollo de productos (PDP por sus siglas en inglés). Las PDP dieron a muchas farmacéuticas internacionales la oportunidad de expandirse en mercados complicados asociándose con productores locales. Las PDP exitosas dieron un paso más y aprovecharon la transferencia de conocimientos y de tecnología para beneficiar a los países tanto desarrollados como en desarrollo.
Las PDP también han sido oportunidades atractivas para las farmacéuticas desde una perspectiva comercial, debido al crecimiento de la población y a la mayor prosperidad económica de muchos mercados emergentes. Por ejemplo, AstraZeneca se introdujo en el mercado chino en 19935, y el país supone ahora más del 20 % de las ventas de la compañía6. Este crecimiento se ve reforzado por las expectativas de AstraZeneca en 2019 de que los tratamientos innovadores representarán para 20247 un 60 % de sus ventas en China.
Esto pone de manifiesto no solo la importancia del tiempo y del conocimiento práctico adquiridos gracias a las colaboraciones locales de larga trayectoria, sino también las importantes contribuciones que las economías emergentes pueden realizar a la competitividad y estrategias futuras de las farmacéuticas internacionales.
Muchas farmacéuticas han comenzado a abordar los problemas de acceso desarrollando estrategias de precios más innovadoras.
- Las empresas están planteándose los precios de maneras más flexibles y sofisticadas y aportando soluciones basadas en los ingresos para sus productos.
Por ejemplo, la multinacional farmacéutica japonesa Takeda desarrolló una herramienta que determinaba si los pacientes en Tailandia podían acceder a los medicamentos para el linfoma teniendo en cuenta sus recursos financieros. Al desarrollar un modelo de accesibilidad para el paciente, Pfizer aumentó el acceso a sus productos oncológicos autoadministrables en países como Filipinas, donde menos del 2% de los pacientes del sector privado podían permitirse pagar el precio oficial.
Novartis lanzó marcas para los mercados emergentes en paralelo a las marcas originales con el fin de atender a diferentes grupos de ingresos. Esto incluyó un tratamiento contra el asma en India y otro contra la migraña en México. El programa de soporte al paciente de la compañía evalúa a los pacientes y utiliza datos nacionales sobre los niveles de los ingresos para establecer umbrales de pago precisos. El programa también está vinculado a una aplicación para que los pacientes lleven un registro diario de sus migrañas y ayuden a los médicos a monitorizar sus resultados.
Los datos como un activo valioso
Muchos modelos de precios innovadores han sido posibles gracias a la mayor recopilación y análisis de los datos. Las empresas están invirtiendo en tecnologías de salud digitales y en analítica de datos para recopilar y analizar evidencia del mundo real, rastrear los resultados de los pacientes y comprender mejor cómo afectan a la salud las características de los pacientes. Este énfasis en los datos también se ha debido a que las autoridades políticas y los profesionales del sector se concentraron más en la atención basada en el valor. Esto exige una aproximación más holística a los precios en términos de resultados de los pacientes, así como una relación más colaborativa entre las farmacéuticas, las organizaciones sanitarias (pagadores), los médicos y los pacientes.
Los datos se han convertido en un valioso activo que permite a las empresas determinar dónde concentrar su I+D y cómo posicionar los productos, tanto nuevos como existentes, y que retroalimenta toda la cadena de valor para lograr innovaciones más holísticas. En los mercados de ingresos bajos, donde la falta de infraestructuras y de redes informáticas incrustadas en los hospitales hace que el tráfico de los datos sea más poroso, existe la oportunidad de impulsar una rápida recopilación de datos a escala y dirigir la prestación de servicios sanitarios a través de la comunicación móvil.
- Capturar datos, medir el impacto y pasar a un modelo de financiación basado en los resultados no solo mejora la eficacia en términos de costos de los programas y ayuda a las empresas a identificar carencias, sino que ofrece potencial para formas de financiación más innovadoras.
En marzo de 2020, Pfizer fue la primera biofarmacéutica en emitir un bono sustentable, destinando el capital recaudado a apoyar la gestión del impacto medioambiental y social de la compañía8. Novartis siguió sus pasos poco después con la emisión de su primer bono vinculado a la sustentabilidad; en él, los pagos de intereses se vincularon a la consecución de objetivos de acceso de pacientes en países de ingresos medios y bajos9.
Con el fin de ofrecer información más exhaustiva y comparable a los inversores, las empresas están construyendo marcos de referencia para la medición del impacto. Por ejemplo, Novartis desarrolló un método de “valoración del impacto social” que calcula los resultados de múltiples productos propios en 117 países. Takeda se ha asociado a la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, para desarrollar su marco de medición del impacto en cuanto al acceso a la salud. La multinacional francesa Sanofi está colaborando con socios externos para medir y publicar información sobre los impactos a largo plazo de sus proyectos relacionados con el acceso. Por su parte, la británica GlaxoSmithKline (GSK) está desarrollando un cuadro de mandos de medición del impacto para evaluar diferentes tipos de iniciativas.
Indagar sobre las estrategias de acceso
Hay numerosas cuestiones que un inversor debe abordar para comprender qué farmacéuticas muestran visión de futuro en lo que respecta al acceso:
- ¿Cuenta la empresa con marcos para la planificación del acceso que están implementándose en sus carteras de productos en fase de desarrollo?
- ¿Está apoyando los esfuerzos para desarrollar la capacidad local, educando y formando a los trabajadores sanitarios, y colaborando con los grupos de interés locales?
- ¿Aplica controles de cumplimiento normativo y auditorías para reducir el riesgo de corrupción en sus operaciones?
- ¿Hay comisiones al más alto nivel corporativo con responsabilidad directa de promover y premiar las estrategias eficaces de acceso en las carteras?
Para identificar qué empresas están integrando el acceso a su estrategia de negocio, los inversores pueden empezar fijándose en cómo se aborda esa cuestión desde la cúpula. En GSK, Novartis, Pfizer y Takeda, el acceso a los medicamentos está integrado al nivel de su estrategia de negocio global, plasmándose en incentivos a largo plazo para los altos directivos y en la asignación de responsabilidad a las comisiones del consejo de dirección. En el caso de GSK, los objetivos personales del CEO vinculados al acceso se refieren a programas contra la malaria, la tuberculosis y el VIH pediátrico, y otro tanto sucede con los objetivos de los directivos superiores y regionales y con los responsables de país. Los CEO de Pfizer, Takeda y Novartis todos tienen un plan de incentivos según indicadores clave de rendimiento ligados a los objetivos de acceso, mientras que Novartis ha establecido además sus propios objetivos de incentivos específicos para directivos vinculados al volumen de pacientes tratados10.
Otra área de cuestionamiento para los inversores es el modo y el momento en que la planificación del acceso se integra en el I+D. Los planes de acceso pueden adoptar múltiples formas, desde priorizar áreas de alto riesgo durante el registro hasta celebrar acuerdos de licencia voluntarios, pasando por reforzar las cadenas de suministro.
Según el Índice de Acceso a Medicamentos, Novartis es actualmente la única empresa que aplica una estrategia de acceso equitativo en al menos un país con ingresos bajos para cada producto evaluado, y ya está implementando modelos de negocio escalables e inclusivos. Otras empresas también están dando pasos en la dirección correcta, señal de que la planificación del acceso podría convertirse en el estándar dentro del sector: Johnson & Johnson, así como Merck, evalúa la accesibilidad de todos los activos de I+D en su cartera de desarrollo desde la fase II. Pfizer ha ampliado sus procesos de planificación de acceso desde las vacunas hasta todos los proyectos de I+D para enfermedades dentro del alcance. AstraZeneca cuenta con planes de acceso integrados desde la fase II que se aplican a todos los proyectos de I+D, mientras que GSK está desarrollando un enfoque sistemático de planificación de acceso para su I+D en fases avanzadas, con el 80 % de los proyectos respaldados actualmente por un plan de acceso11.
Conclusión
El acceso a los medicamentos está mejorando, pero aún falta mucho camino por recorrer. Según la Access to Medicine Foundation, el I+D sigue concentrado en un número demasiado reducido de enfermedades y de países, lo que beneficia a una fracción de las personas necesitadas. La pandemia de Covid-19 ha puesto al descubierto las deficiencias en el sistema sanitario mundial, mostrando la dependencia de un número muy reducido de actores para combatir las enfermedades contagiosas emergentes, y con solo un puñado de farmacéuticas dedicándose aún al I+D de nuevos antibióticos.
La pandemia ha ofrecido a la industria una oportunidad para renovar su imagen y aprovechar los esfuerzos colaborativos existentes con el fin de abordar áreas más allá de la Covid-19. Según la Access to Medicine Foundation, las 20 empresas revisadas cuentan con metas y objetivos específicos para mejorar el acceso, y un número cada vez mayor está empezando a explorar modelos de negocio que incluyen expresamente a las personas situadas en la base de la pirámide de ingresos12. Corresponde la comunidad inversora exigir a las empresas que honren sus objetivos, fomentar modelos de precios innovadores y colaboraciones, monitorizar cómo las empresas están recopilando los datos y midiendo su impacto, y cuestionar a las empresas acerca de si están haciendo lo suficiente para asegurar que sus productos lleguen al mayor número de personas posible.
Tribuna de Olivia Gull, analista del equipo de Gobierno Corporativo e Inversión Responsable en Janus Henderson Investors.
Glosario:
Pagadores: grupos, organizaciones o personas que no son los pacientes, que financian o reembolsan el costo de los productos médicos y los servicios sanitarios.
Referencias:
1Americans’ Views of U.S. Business and Industry Sectors, 2020, Gallup Poll, agosto de 2020
2https://www.fiercepharma.com/pharma/amid-challenges-a-covid-19-opportunity-for-pharma-a-chance-to-bolster-its-reputation-lilly
3, 4, Access to Medicine Index 2021, publicado el 26 de enero de 2021
5astrazeneca.com/investor-relations/emerging-markets-expansion-innovation-and-partnership.html a 10 de mayo de 2021.
6AstraZeneca Full-year 2020 results, 11 de febrero de 2021
7Bloomberg, 9 de septiembre de 2019
8https://investors.pfizer.com/investor-news/press-release-details/2020/Pfizer-Completes-125-Billion-Sustainability-Bond-for-Social-and-Environmental-Impact/default.aspx
9ASG Today, 17 de septiembre de 2020 – Novartis Launches Healthcare Industry’s First Sustainability-Linked Bond Offering https://www.ASGtoday.com/novartis-launches-healthcare-industrys-first-sustainability-linked-bond-offering/
10, 11, 12 Access to Medicine Index 2021, publicado el 26 de enero de 2021
La inversión medioambiental, social y de gobierno corporativo (ASG) o sustentable tiene en cuenta factores que van más allá de los análisis financieros tradicionales. Esto puede limitar las inversiones disponibles y provocar diferencias en la rentabilidad y las exposiciones, pudiendo estar más concentradas en determinadas áreas que en el mercado general.
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