El crecimiento mundial ha vuelto a tomar fuerza en los últimos meses, mientras que las tasas de inflación han subido de forma considerable, lo que coincide con lo que muchos gestores pensaban hace tiempo, entre ellos Mike Riddell, director del equipo de Macro Unconstrained en Allianz GI y gestor del fondo Allianz Strategic Bond.
En este sentido, Riddell considera que el aumento del crecimiento y la inflación es temporal y que algunos de los recientes vientos de cola cíclicos se convertirán en vientos en contra durante la segunda mitad de este año. “Resulta interesante que los rendimientos de los bonos soberanos a más largo plazo se mantengan prácticamente sin cambios con respecto a su situación a mediados de marzo, lo que ha hecho que algunos inversores se hayan desorientado”, apunta Riddell. Y sostiene que el motivo es sencillo: “Las valoraciones de los bonos a largo plazo ya no son caras”.
Según explica, tras la venta de bonos de la última mitad del año, y especialmente tras el movimiento de febrero de 2021, las valoraciones de los bonos a largo plazo se han quedado en un valor razonable. “Las valoraciones en la mayoría de los mercados de bonos soberanos desarrollados son actualmente justas, y en la mayor parte de los mercados emergentes, los mercados de tipos locales son francamente baratos, lo que sigue reflejándose en nuestras carteras, según los diferentes mandatos”, sostiene Riddell.
Esta reflexión sobre la inflación y los bonos sorprende a los inversores que consideran que ambos, tanto la tasa de inflación como el rendimiento de los bonos, seguirán subiendo, pero Riddell insiste en que son temporales ya que “el estímulo fiscal se revertirá, el estímulo monetario se invertirá lentamente, los cuellos de botella de la oferta se superarán y los precios de las materias primas no se triplicarán cada 12 meses”.
“Mientras tanto, estamos cada vez más seguros de que algunos de los enormes vientos de cola cíclicos recientes, como la cuarta gran burbuja crediticia que China diseñó en 2020, se convertirán en vientos en contra durante la segunda mitad de este año. De hecho, el propio aumento de los precios de las materias primas debería poner un freno al crecimiento también a finales de este año. Los motores a largo plazo del crecimiento mundial y, de hecho, de los rendimientos de la deuda soberana mundial -como el constante deterioro de la demografía y el fuerte aumento de los niveles de deuda- volverán a entrar en acción a partir del próximo año”, concluye.