Las acciones experimentaron una subida a escala global durante el primer trimestre del año; sin embargo, la volatilidad del mercado recordó a los inversores que el camino hacia la normalidad no estará exento de sobresaltos. ¿Amenaza la volatilidad reciente las perspectivas de recuperación? AllianceBernstein opina que no. La gestora proyecta una recuperación en tres fases con un amplio margen para que la renta variable avance, pero advierte de la necesidad de evaluar “cuidadosamente” los riesgos que podrían presentarse habida cuenta del comportamiento de los mercados bursátiles en los primeros meses de 2021.
“Con una visión clara de los riesgos”, afirma Christopher Hogbin, Head of Equities en AllianceBernstein, “los inversores pueden desarrollar altas dosis de convicción en las empresas que están mejor situadas para superar los obstáculos y ofrecer rentabilidad a largo plazo a medida que la economía mundial y los mercados vuelven a la normalidad”.
Riesgo 1: Subida de los tipos de interés e inflación
AllianceBernstein recomienda a los gestores de carteras comprobar que sus participaciones están bien posicionadas ante un escenario inflacionista; por ejemplo, con empresas con poder de fijación de precios, que gozarían de ventaja en este entorno.
“Asegúrese de que las asignaciones de acciones están diversificadas a través de valores que puedan responder de manera diferente ante un retorno de inflación moderada y unos tipos de interés más altos”, señala Hogbin.
Asimismo, invita a considerar la posibilidad de asignar parte de la cartera a activos reales, como el sector inmobiliario o las materias primas, los cuales tienden a obtener buenos resultados cuando la inflación aumenta.
Riesgo 2: La volatilidad entre distintos tipos de acciones
AllianceBernstein cree que puede ser el momento de “reevaluar” el peso de los tipos de acciones en cartera, sobre todo entre aquellos inversores con un peso alto a inversiones growth y con infraponderaciones al value. En este sentido, señala que las compañías value globales cotizaban con un descuento del 51% respecto a las acciones de crecimiento a finales de febrero, tras varios años de rentabilidades extremadamente bajas.
“Creemos que las acciones de valor todavía tienen potencial de recuperación. En el caso de los títulos de crecimiento, es importante verificar que las participaciones tienen sólidos motores de negocio y flujos de caja resistentes para respaldar una rentabilidad sostenible si los múltiplos se ven sometidos a presión”, subraya Hogbin.
La gestora refiere que muchos sectores defensivos, como los productos básicos de consumo o los servicios públicos, cotizan en la actualidad a valoraciones atractivas y podrían ayudar a amortiguar la volatilidad. “En medio de unos momentos de volatilidad a finales de marzo, hubo señales de que estos valores de menor beta podrían volver a desempeñar su tradicional papel de reducción del riesgo”, afirma el Head of Equities de AB.
Riesgo 3: Movimientos ligados al trading minorista y a los hedge funds
AllianceBernstein recomienda a los gestores de carteras supervisar la actividad inusual derivada del trading minorista mediante el rastreo de big data extraído de las plataformas de negociación más populares, lo que puede proporcionar una señal de alerta temprana ante un potencial furor por una sola empresa. Asimismo, refiere los riesgos ligados a movimientos drásticos impulsados por el comportamiento de hedge funds.
La gestora no cree que las tendencias de inversión propias del trading minorista representen un riesgo sistémico para los mercados, pero sí para los propios inversores minoristas participantes en el mercado. En Estados Unidos, donde los hogares han aumentado considerablemente la cuota de su riqueza dedicada a la renta variable, estos estarían más expuestos a una posible corrección bursátil.
“Los mercados con una elevada proporción de inversores minoristas suelen ser propensos a las oscilaciones guiadas por el sentimiento. Esto suele generar ineficiencias que pueden ser aprovechadas por los inversores activos a largo plazo, quienes identifican aquellos títulos con valoraciones desvinculadas de los fundamentales”, puntualiza Hogbin.
Riesgo 4: El retorno a la nueva normalidad
Muchas de las preguntas que plantea la reapertura de las economías siguen sin respuesta. Sin embargo, todas estas cuestiones apuntan “a la importancia de una elección de valores muy selectiva durante la recuperación”, de acuerdo con AllianceBernstein.
Para la gestora es fundamental entender cómo se posicionan las empresas de cara a la nueva normalidad mediante el desarrollo de análisis independientes sobre sus negocios. Por ejemplo, recomienda evaluar la demanda en tiempo real utilizando nuevas técnicas de análisis de datos a fin de determinar qué empresas se han ajustado bien de la crisis a la recuperación. Asimismo, el riesgo asociado a la financiación justifica un examen minucioso de los balances que logre identificar a aquellas empresas que no gestionaron prudentemente su deuda en un contexto de bajos tipos de interés.
Respecto a los riesgos derivados de nuevas regulaciones o políticas comerciales, la gestora cree que la exposición a las mismas “puede identificarse para ayudar a garantizar que una cartera no sea demasiado vulnerable a algunos de los mayores peligros”.
Riesgo 5: Un mercado impulsado por el sentimiento
En opinión de AllianceBernstein, el mayor riesgo que afloró a principios de 2021 fue tal vez el poder de seducción de un mercado guiado por el sentimiento, que puede llevar a los inversores a olvidarse de los fundamentales. Apoyarse en un único grupo de valores que de repente está despuntado puede ser tentador, pero no es una receta para el éxito en las inversiones a largo plazo.
“Posicionarse para la recuperación requiere ir más allá del ruido de los titulares”, concluye Hogbin.