Hace 28 años se lanzó el primer ETF, un nuevo vehículo de inversión que llegaba para democratizar la inversión. Esta “maravilla de la ingeniería financiera”, tal y como ha explicado Giorgio Semenzato, CEO y cofundador de Finizens, en un encuentro con la prensa, acompañada de los fondos indexados, se posiciona como un elemento fundamental para aumentar la diversificación en las carteras, especialmente en este contexto tan anómalo para la renta fija.
Laure Peyranne, ETF Business Development de Invesco para Iberia, considera que, a pesar de que en determinados segmentos será cada vez más complicado encontrar oportunidades, los ETFs ofrecen ventajas muy claras. “Permiten diversificar de manera rápida y sencilla, otorgan exposición inmediata al mercado, permiten obtener liquidez en los momentos más críticos e incluso usarlos como activos de referencia de los precios de renta fija”, señala. De hecho, según defiende, durante 2020 “ayudaron a evitar una ruptura en el mercado de renta fija”.
Por su parte, Aitor Jauregui, Country Head de BlackRock para Iberia, insiste en que, a pesar del actual entorno, la renta fija debe estar presente en las carteras ya que puede ayudar a absorber shocks de mercado. El experto acepta que es difícil encontrar rendimientos positivos, pero considera que sigue habiendo valor en algunos ecosistemas, como, por ejemplo, en renta fija china, bonos ligados a la inflación o renta fija sostenible.
Asimismo, el Jauregui ha insistido en que la indexación no sustituye a la gestión activa, sino que la complementa. “Los ETFs ofrecen liquidez, transparencia, eficiencia en costes y diversificación frente, por ejemplo, a la inversión en bonos. Por ello se han usado mucho, y seguirán creciendo. Auguramos un futuro muy positivo al mundo de los ETFs”, señala.
El futuro de los ETFs: alta penetración en el ecosistema español
Según explica Semenzato, el mercado de referencia es EE.UU., donde la gestión pasiva y los fondos indexados tienen una cuota de mercado del 40%. Sin embargo, destaca cómo en Europa ya han superado el 20% y a pesar de que en España suponga un 2%, hay varios factores que invitan a pensar en que crecerá de forma exponencial en los próximos años.
“La gestión pasiva en fondos indexados es una estrategia incipiente en España debido a un legado de casi monopolio de productos de gestión activa y bancarios. El proceso de concentración de la banca, las nuevas regulaciones, la digitalización del consumidor bancario y la mayor trasparencia que otorga internet, acelerarán la penetración de la gestión pasiva de fondos indexados”, explica Semenzato.
“El confinamiento ha obligado a que los consumidores sean digitales y en un año donde índices locales o fondos tradicionales han caído mucho los inversores han visto que no vale la pena seguir así. Esa combinación hará que, en España, también en el sector minorista, la gestión pasiva vaya cobrando relevancia a la velocidad de la luz”, añade.
Para la experta de Invesco, es un hecho que el crecimiento de los ETFs es exponencial. A pesar de que, a diferencia de Estados Unidos, la fiscalidad pueda penalizarlos, Peyranne cree que sí están creciendo, sobre todo gracias a los roboadvisor. “Seguirán creciendo porque es una herramienta de gestión que ofrece liquidez, transparencia y rentabilidad a bajo coste. Los ETFs son de lejos la innovación más grade del sector, se adaptan a las necesidades de nuestros inversores y permiten sacar ETFs muy innovadores. A lo que se suma todo el tema de ESG, reforzado por la pandemia y las regulaciones”, explica.
El oro, elemento protector y diversificador
Respecto a la inclusión del oro en las carteras, los tres ponentes han coincidido en que este metal precioso sigue siendo un claro valor refugio. A esta cualidad, Semenzato le suma la de elemento diversificador: “Los activos reales combinados con renta fija y renta variable añaden un plus de diversificación, lo que permite reducir riesgos de volatilidad y máxima caída”, argumenta. Además, según el experto de Finizens, es un elemento descorrelacionador que actúa como cobertura natural frente a la inflación.
Por su parte, Laure Peyranne recuerda que desde los 90 la relación entre la inflación y el precio del oro se ha vuelto más frágil y que son varios factores los que definen el precio del oro. “Más que cualquier otro activo, vale lo que la gente está dispuesta a pagar, cuando el miedo es alto la gente está dispuesta a pagar más. Hay que preguntarse cuál es el riesgo de que la inflación suba más de lo que se pronostica”, explica.
Para Jauregui, el oro jugará un papel importante en los próximos meses como elemento diversificador ante la posibilidad de que lleguen nuevas variantes de virus, una posible crisis en el suministro de vacunas o el debilitamiento del dólar, además, servirá como protección frente a la inflación. “Es un elemento diversificador que hay que tener en carteras y creemos que habrá muchas entradas en los ETFs de oro”, insiste.
El papel de la educación financiera
Los ETFs están teniendo un claro papel democratizador de la inversión y, según explica Jauregui, todos los agentes de la industria deben seguir fomentando la educación financiera, impulsando también la inversión a largo plazo.
Respecto a este último punto, Semenzato ha señalado que el largo plazo es el principio base para un inversor. “Empíricamente tiene una probabilidad elevada de ser mejor porque los mercados suelen ser impredecibles en el corto y cada vez más predecibles en el largo. Nuestra tesis de inversión es clara: invierte en la economía global porque a largo plazo se ha demostrado históricamente que ofrece un retorno superior a la inflación, ayuda a mantener tu poder adquisitivo y te aporta un extra”, argumenta.