La irrupción del COVID-19 ha puesto de manifiesto la vocación de servicio de las entidades de crédito en la búsqueda de soluciones y su afán de colaboración con las entidades públicas para superar el impacto de la crisis del coronavirus.
Medidas como las moratorias legales y sectoriales, el anticipo de las prestaciones de desempleo y pensiones o las “líneas ICO” muestran la importancia de definir marcos de colaboración público-privados para la recuperación del bienestar económico y social.
Isidro Fainé, presidente de CECA, destacó en la 114ª Asamblea General de la firma que “el sistema bancario está llamado a jugar, sin duda, un papel fundamental en la recuperación por varios motivos: el elevado conocimiento del tejido productivo, gracias a su cercanía con los clientes (sobre todo pymes) y su extensa capilaridad en el territorio nacional; la experiencia en análisis y gestión de riesgos; y las posibilidades que brinda la cofinanciación, que puede ayudar a aumentar el alcance de las medidas impulsadas por el gobierno”.
Este partenariado público-privado debe extenderse también al ámbito social en el que las entidades CECA y sus fundaciones son especialmente activas. Así, el presidente de CECA ha manifestado que “la tradicional colaboración público-privada se abre cada vez más a espacios de cooperación con entidades del tercer sector que ejercen un efecto multiplicador de nuestra actividad, en defensa de los más desfavorecidos y con el objetivo de reducir la brecha económica y social”.
De hecho, la principal inversión social privada de España es la Obra Social de las entidades adheridas a CECA, que alcanzó en 2020 los 772 millones de euros, que han permitido mantener proyectos críticos en un contexto de crisis provocado por la pandemia.
Algunos de los ámbitos en los que se han realizado las acciones más reseñables han sido la lucha contra la pobreza infantil, la promoción del desarrollo local y la creación de empleo, el apoyo a colectivos con necesidades especiales o en riesgo de exclusión, la asistencia especializada a nuestros mayores, la educación y la investigación.
En la Asamblea también se ha destacado que, en este año tan atípico, el sector ha demostrado una gran flexibilidad, adaptando los programas de Obra Social, cultural, investigación y educación financiera a las necesidades reales que demandaban los ciudadanos en ese momento, fortaleciendo así su compromiso con la sociedad.
En un año marcado por la crisis sanitaria, con un brusco deterioro de la actividad económica, una elevada volatilidad en los mercados y unos tipos de interés en mínimos históricos, las entidades asociadas a CECA han obtenido en su conjunto un resultado atribuido de 2.155 millones de euros en 2020, un 37,1% menos que en el ejercicio anterior.
Esta caída de los resultados se explica, en gran medida, por el fuerte aumento de las provisiones realizadas para anticipar el impacto de la crisis sobre las carteras.
Por su parte, el margen de explotación se incrementó en un 20% gracias a la ligera mejora del margen bruto, impulsada por el incremento de las comisiones y los ingresos de explotación, y a la reducción de los gastos de explotación. Todo ello ha permitido mejorar la eficiencia del sector CECA en casi 7 p.p.