La epidemia por COVID-19 ha puesto de manifiesto la persistencia de las desigualdades en el acceso a la salud y a la asistencia sanitaria.
Reconocemos el importante papel que pueden desempeñar las farmacéuticas en la reducción de estas desigualdades, y los resultados del Índice de Acceso a los Medicamentos 2021 nos ayudan a comprender en qué medida están progresando e integrando las estrategias de acceso a los medicamentos en sus modelos de negocio globales. Las empresas con iniciativas punteras están contribuyendo de forma significativa a mejorar los resultados sanitarios en los países de ingresos bajos y medios, apuntalando el progreso hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3: Salud y bienestar.
Desde la publicación del último Índice de Acceso a los Medicamentos en 2018, la edición 2021 revela que las farmacéuticas han seguido mejorando diferentes elementos de sus estrategias de acceso, y el número de compañías que desarrollan un enfoque sistemático para la planificación del acceso ha aumentado de 1 (Novartis) a 8.
En la actualidad, las estrategias de acceso cubren menos de la mitad de los proyectos de investigación y desarrollo (I+D) en fase avanzada. En cuanto a los productos existentes, las iniciativas para mejorar la disponibilidad de los mismos tienden a tener un alcance limitado: La Fundación para el Acceso a los Medicamentos no encontró pruebas de que existan estrategias de acceso vinculadas a aproximadamente un 40% de los 154 productos analizados, tanto autoadministrados como suministrados por los profesionales sanitarios. En resumen, hay que reconocer que la desigualdad en la cobertura es un problema de larga data.
Las empresas con mejor puntuación en el índice
Las farmacéuticas que obtienen una alta puntuación en el Índice de Acceso a los Medicamentos, incluidas GlaxoSmithKline (GSK) y Johnson & Johnson, tienen estrategias de acceso bien establecidas con iniciativas de gran alcance en países de ingresos bajos y medios. De hecho, GSK se ha mantenido a la cabeza del índice desde su creación en 2008. La compañía cuenta con una estrategia de acceso integral reforzada por una amplia cartera de I+D dirigida a las enfermedades prioritarias (definidas por la Organización Mundial de la Salud) que afectan a la población de los países de renta baja y media.
Es interesante que, por primera vez, la puntuación de GSK fuera solo ligeramente superior a la de otra empresa, Novartis. Desde 2018, Novartis ha dado algunos pasos importantes, como la creación de una unidad dedicada al África Subsahariana, que tiene la mayor población de pacientes desatendidos del mundo. Nos entusiasma que Novartis se centre cada vez más en la disponibilidad en los países de bajos ingresos, porque la investigación de la Fundación para el Acceso a los Medicamentos ha demostrado que son sistemáticamente ignorados en las estrategias de acceso de las compañías farmacéuticas, que tienden a dirigirse a países de ingresos medios como Brasil e India.
El otro extremo
En el otro extremo del índice, empresas como AbbVie y Eli Lilly obtienen una puntuación relativamente baja debido a diversos factores. AbbVie, a diferencia de la mayoría de sus pares, no tiene una estrategia clara de acceso a los medicamentos integrada en su estrategia corporativa general, mientras que Eli Lilly carece de un proceso estructurado para la planificación del acceso durante la I+D.
¿Cómo hacemos que las empresas se comprometan?
Desde BMO Global Asset Management seguiremos involucrando a las empresas situadas en el extremo inferior del índice, fomentando la adopción de las mejores prácticas y señalando las oportunidades identificadas por la Fundación para el Acceso a los Medicamentos. Sabemos que es posible avanzar rápidamente: Pfizer, por ejemplo, ha pasado del puesto 16 en el índice en 2014 al cuarto en el de 2021. La empresa ha reforzado su estrategia de acceso, que tiene objetivos cuantificables, y es transparente sobre los resultados de sus actividades en este ámbito.
En general, encontramos razones para ser optimistas sobre las perspectivas de acceso a los medicamentos. Sin embargo, la distribución desigual de las vacunas contra la COVID-19 pone de manifiesto los numerosos obstáculos que impiden el progreso. Si la brecha en materia de salud pública entre los países de altos y bajos ingresos sigue aumentando, el camino hacia el logro del ODS 3 para 2030 -ya puesto en peligro por la pandemia- se verá aún más socavado.
En este contexto, los inversores deben seguir comprometiéndose a favor del acceso a las medicinas y las oportunidades identificadas por el Índice de Acceso a los Medicamentos, aprovechando el impulso positivo de colaboración de los inversores con el ODS 3 el año pasado. Como lead investor obtuvimos información muy valiosa en este sentido, que estamos utilizando para adaptar nuestro diálogo con las empresas farmacéuticas este año.
Columna de Catherine McCabe, Senior Associate, Analyst, Responsible Investment, BMO Global Asset Management
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