El optimismo de los inversores se fortaleció en febrero, lo que provocó un aumento de los flujos de entrada en ETFs globales de 122.200 millones de euros, según los datos publicados por Amundi. Los flujos de entrada en renta variable se duplicaron este mes, hasta los 101.500 millones de euros, frente a los 50.700 millones de enero, mientras que la renta fija se mantuvo aproximadamente en el mismo nivel, con 19.200 millones de euros, frente a los 20.700 millones del mes pasado.
Además, América del Norte recibió el mayor volumen de entradas de renta variable este mes, con 45.100 millones de euros, mientras que los sectores, los temáticos y las estrategias smart beta ocuparon el segundo lugar, con 34.600 millones de euros. Los flujos de entrada en renta fija estuvieron equilibrados entre los agregados, los bonos corporativos y los bonos gubernamentales, recibiendo 8.400 millones de euros, 3.400 millones de euros y 2.400 millones de euros respectivamente.
Según explica Amundi en su último informe periódico, el entusiasmo de los inversores por la renta variable en febrero fue más moderado en el caso de los ETFs registrados en Europa que en el de los productos mundiales. Los flujos de entrada se situaron justo por debajo del nivel del mes pasado, con 10.900 millones de euros, frente a los 12.900 millones de enero.
“Las tendencias de los productos también difieren de las que se dan a nivel mundial: los sectores, las temáticas y smart beta atrajeron 6.800 millones de euros y los índices mundiales captaron 6.300 millones de euros. El Reino Unido siguió siendo el país con mejor comportamiento, atrayendo flujos de entrada de 638 millones de euros. Los sectores y las temáticas captaron 5.300 millones de euros. Y el sector financiero fue el más popular, atrayendo flujos de entrada por valor de 1.100 millones de euros, lo que indica que los inversores se sienten optimistas sobre la recuperación económica tras la pandemia”, apuntan desde Amundi.
Eso sí, la ESG sigue siendo una sólida dinámica entre los flujos. Según indica la gestora, la inversión ESG siguió funcionando bien, con entradas de 6.000 millones de euros, siendo los índices mundiales y norteamericanos las estrategias más populares, con más de 2.000 millones de euros cada uno.
Respecto a la renta fija, las entradas fueron aproximadamente la mitad de las registradas en la renta variable, con 5.400 millones de euros, pero fueron más de tres veces superiores a las de enero, cuando alcanzaron 1.700 millones de euros. Por otro lado, los bonos corporativos representaron una proporción significativa de esas entradas, con un flujo neto de 4.700 millones de euros.
“Esto fue impulsado por una importante asignación de más de 4.600 millones de euros a estrategias de bonos corporativos ESG de EE.UU., que parece provenir de un solo inversor. Los bonos corporativos de la zona euro registraron entradas de 494 millones de euros, mientras que se registraron salidas en bonos high yield de la zona euro de 372 millones de euros”, señala el informe de Amundi.
Por último, la gestora destaca que los bonos soberanos chinos siguieron demostrando su popularidad, con entradas de 1.100 millones de euros. “También se produjeron importantes asignaciones a productos ligados a la inflación, con las estrategias de Estados Unidos, la zona euro y globales captando 521 millones de euros, 363 millones de euros y 126 millones de euros, respectivamente. Esto refleja la renovada preocupación de los inversores por el aumento de los precios al consumo durante la recuperación económica posterior a la crisis, ahora que el Senado estadounidense ha aprobado un paquete de estímulo por valor de 1,9 billones de dólares”, concluye el documento.