La transición energética implica un reto, pero fundamentalmente una oportunidad. Así lo ven los expertos de BNP Paribas AM, para quienes el cambio hacia un mix menos dependiente de los combustibles fósiles y un aprovechamiento más eficiente de la energía nunca fue tan urgente como ahora.
Los últimos dos años las situaciones climáticas extremas y las catástrofes naturales acapararon cientos de titulares en todo el mundo, alertó en una conferencia online Ramón Esteruelas, especialista senior en inversión en renta variable global y temática en BNP Paribas AM. Se calcula que la población mundial aumentará hasta los 9.000 millones de personas, y si China e India llegan a los niveles de consumo per cápita de Alemania, la demanda de energía subirá un 40%. Mientras tanto, continuamos emitiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera incluso durante un año con largos períodos de confinamiento como fue 2020.
Esteruelas destacó además en cifras la importancia del momento actual: para reducir la dependencia de los combustibles contaminantes y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático será necesario invertir 90 billones de dólares en distintas áreas para reducir las emisiones, aumentar la eficiencia energética y ayudar a descentralizar el sistema actual.
Las renovables representan hoy el 19% de la producción total de energía, pero para 2050 serán el 60%. Es por tanto el momento de invertir por la creciente concienciación en la opinión pública, las medidas aprobadas por las autoridades, la fuerte contracción de activos problemáticos (el carbón se ha derrumbado un 80%) y porque las compañías de renovables están creciendo a una tasa del 50% y del 100%.
Más allá de la energía
BNP Paribas AM ofrece dos fondos diseñados para acompañar esta transición, gestionados por su equipo basado en Londres y formado por Ulrik Fugmann y Edward Lees, quienes cuentan con más de 20 años de experiencia y además conocen la industria a fondo, así como los cambios de regulación. A ellos se suma Esuabom Dijemeni como analista cuantitativo.
La primera de las estrategias es el BNP Paribas Energy Transition, de renta variable global que incluye empresas que abordan los desafíos medioambientales en los sectores no sólo energético, sino agrícola, industrial y de materiales. Comenzó a funcionar en septiembre de 2019 y lo que lo distingue de otras propuestas es su enfoque, que incluye toda la cadena de valor del sistema. Tanto la producción, con la descarbonización y el uso creciente de renovables, como la digitalización, que permite un uso mucho más eficiente y prudente de la energía, así como la descentralización, es decir la infraestructura, el transporte y el aspecto más difícil según los analistas, que es el almacenaje. Esteruelas explicó que en esta área se están produciendo las mayores innovaciones, tanto en el desarrollo de baterías como de Smart Grid (red eléctrica inteligente).
Por países, el fondo cuenta con un peso destacado de EE.UU., pero también de China por el apoyo que está dando el país a sus empresas para convertirse en líderes por ejemplo en vehículos eléctricos. En la actualidad cuenta con 79 compañías en cartera, un número que permite a la gestora mantener limitado su peso en cada una de ellas, por ejemplo las estadounidenses Workhorse (vehículos eléctricos de distribución), Sunnova (proveedor de almacenamiento de energía y energía solar residencial) o Plug Power (hidrógeno verde). El fondo ha tenido un rendimiento muy por encima de su índice en el último año, si bien la volatilidad también es más elevada: un 41,95% en los últimos 24 meses, frente al 19,22% del MSCI AC World EUR.
Una propuesta menos volátil
Para aquellos inversores interesados en reducir el riesgo, la gestora propone el BNP Paribas Environmental Absolute Return Thematic (EARTH), que invierte a largo plazo en empresas que abordan los desafíos medioambientales pero toma además posiciones cortas en aquellas con modelos de negocio insostenibles y vulnerables al riesgo de transición, lo que puede ayudar a mitigar la volatilidad.
Esteruelas indicó que el enfoque del fondo evita la posibilidad de una valoración excesiva que pueden estar experimentando muchas de estas compañías y la existencia de una “burbuja” en medio de las transformaciones propias de la transición. Además incluye otros temas más amplios, como los relacionados con recursos como el agua, la explotación del terreno, la deforestación y la alimentación. EARTH, un fondo de retorno absoluto (no tiene índice referencia), se propone como objetivo una rentabilidad de entre 6-9% con menos volatilidad que el mercado.
Incluye unas 2.500 compañías en los sectores de energía, materiales, agricultura e industria con posiciones largas en las empresas mejor preparadas y cortas en aquellas que no avanzan al ritmo esperado. Para la selección de la cartera se trabaja además con el apoyo del Centro de Sostenibilidad de BNP Paribas AM, con sede en París.