Argentina ha caído nuevamente en un default; si bien tiene orígenes distintos al resto, las consecuencias que el mismo puede tener son similares a los anteriores.
Repasando la historia de Argentina, ha vivido cuatro crisis económicas importantes y todas terminaron con la ruptura de las instituciones políticas dominantes sean éstas democráticas o dictatoriales indistintamente, estableciendo que nuestro país esta nuevamente ante este ciclo recurrente: una crisis económica, una crisis social (en proceso y de rápido desarrollo) y una crisis político-institucional.
Un poco de historia
En el año 1976 la caída de Isabel Martinez de Perón producto de un golpe militar encabezado por el General Jorge Rafael Videla se originó por la primera hiperinflación y el famoso Rodrigazo, que luego del fuerte deterioro del salario real provocó un fuerte retroceso social donde se produce por primera vez en un gobierno peronista la caída del salario real, y que luego de la salida del ministro Jose Lopez Rega produce la debilidad política de la presidenta y las condiciones necesarias para el golpe de estado.
En el año 1982 se produce la crisis de deuda externa de los paises latinoamericanos con la caída en default en primer lugar de México y luego de gran parte de la región; esto termina con el fuerte apoyo que tenían las Fuerzas Armadas en los sectores medios nacionales, conjuntamente con un fuerte deterioro social en la calidad de empleo y salario de los sectores bajos, más el último intento de la Junta Militar de iniciar una gesta patria sentida por el pueblo como era la recuperación de las Islas Malvinas que terminó de erosionar el poco aval político que le quedaba para sostenerse en el poder, obligándolos a llamar a elecciones para evitar un mayor deterioro económico social y político.
En el año 1989 el Gobierno Radical del Dr. Raul Ricardo Alfonsin por el mes de febrero termina de dilapidar el total de las reservas del Banco Central desencadenando un nuevo proceso hiperinflacionario, en menos de seis meses una crisis social producto del desempleo y de la exclusión social de un importante número de habitantes, que para su resolución necesitó el adelantamiento del poder que debía ser en diciembre al mes de julio, ya que la situación era totalmente ingobernable.
En el año 2001 el proceso de crisis más reciente y, por lo tanto, el que más cerca está de nuestra memoria y que reiteradamente varios profesionales tratan de decir que en la actualidad no es el mismo proceso, es de recordar que en enero del 2001 es recordado el Dr De la Rúa diciendo que lindo era dar buenas noticias ya que teníamos el blindaje y el país estaba dispuesto a crecer. En poco tiempo tenemos tres ministros de Economía en un mes, Machinea, Lopez Murphy y Cavallo. En agosto del 2001 se promulga la ley de intangibilidad de los depósitos (confiscados en enero 2002) y en diciembre del 2001 se produce el corralito bancario principalmente para salvar los bancos públicos Nación y Provincia de Buenos más dos bancos privados de origen nacional que le era imposible sostenerse. Durante todo este periodo se llega a los niveles de deterioro sociales más importante de nuestro país.
En todos los procesos de se pueden observar claramente tres etapas bien diferenciadas que detallamos al comienzo de la nota: una primera etapa de crisis económica; una segunda de crisis social que lleva rápidamente a la tercera, de crisis político-institucional, también de rápido desarrollo.
Por esos aquellos que alegremente dicen que NO ESTAMOS EN 2001, le puedo decir que obviamente no estamos, pero también puedo afirmar que la crisis del 2001 y también las otras crisis fueron un proceso y no un acontecimiento endógeno o puntual, sino que fueron errores SISTEMÁTICOS de diagnósticos y de herramientas para corregir los desvíos macroeconómicos.
En dicha observación podemos afirmar que estamos en pleno proceso de la primera etapa crisis económica, caracterizada por:
- Imposibilidad de administrar el tipo de cambio ya que el dólar como punto de equilibrio debe estar en $13;
- Financiación del gasto público solo con emisión monetaria ya que se carece de toda fuente de financiamiento externa o interna (se han saqueado los fondos del ANSES y del BCRA);
- Nos encontramos en un fuerte proceso de recesión real que aún los números del INDEC no los registra por el factor de arrastre favorable;
- Crisis de la balanza de pago externa;
- Default selectivo que puede extenderse a partir del 30 de setiembre.
En cuanto a la segunda etapa de crisis social, de rápido suceso y de imposible administración aun para un Gobierno peronista, se encuentra en proceso. Hasta el momento tenemos:
- Caída del salario real: todas las paritarias se cerraron por debajo del verdadero nivel de inflación;
- Creciente niveles de suspensiones de personal producto de la recesión y ruptura de la cadena de pago en las empresas;
- Despidos todavía no son masivos pero sí existe un número creciente de reducción de empleos privados;
- Cierre de empresas todavía escasos en muchos casos pensando que el fin de ciclo del actual gobierno está cerca, pero 480 días en la vida económica de una empresa es muchísimo, mas cuando existe una administración que se esfuerza permanentemente para que las empresas cierren o su permanencia se le haga mucho mas difícil.
En cuanto a la tercera etapa, por el momento es un Gobierno que mantiene la mayoría en ambas cámaras, aunque cuanto más demore en resolver la crisis económica social, la migración de bando va a erosionar la posibilidad de continuidad de gobernar y mantener el poder político. Esta administración siempre ante los momento de debilidad va hacia adelante, pero en este momento con un acto total de impericia en un contexto financiero y económico donde no tienen el control de las variables más importantes (la cambiaria y el financiamiento), y en un default selectivo con muchas chances de extenderse al total de la deuda. A esta altura el Gobierno no solo no puede resolver los problemas que tiene en sus manos, sino que es el PROBLEMA POR EL CUAL NO SE RESUELVEN LAS DIFICULTADES.
La oposición cree en una famosa frase que «Argentina está condenada al éxito», se ha manifestado tibiamente en todo lo relacionado con la (des)negociación de la deuda teniendo más en cuenta las encuestas que lo que técnicamente y políticamente era viable, pensando que solo el recambio de gobierno alcanza pero le espera en el frente interno un déficit fiscal infinanciable; reservas monetarias que si no se siguen cometiendo más errores puede administrarse el tipo de cambio en $19; deudas ocultas y no declaradas por U$S 100mil millones. Y en el frente externo, default en la deuda pública; precios de los bienes exportable en baja; restricciones monetarias de la Fed dando fin a los programas de relajamiento monetarios; un posible incremento de tasas de interés.
Si uno quisiera hacer algún nivel comparativo hoy estamos en una crisis económica más aproximada a la sufrida por el Dr. Alfonsin ya que a igual que su gobierno hoy tenemos una crisis cambiaria; imposibilidad de financiamiento del gasto público, recurriendo solamente a la emision monetaria como única fuente de recursos; default de la deuda pública.
Nuestra presidenta está obsesionada en quedar en los libros de historia y puede quedar en el resumen de las anteriores cuatro crisis: como Isabel Martinez de Perón si se logra que renuncie boudou a igual que Lopez Rega; como Gatieri entablando una guera que era sabido que se perdía a igual que en su retórica en contra de los fondos buitres; como Alfonsin con su propia hiperinflación; como De la Rúa creyendo que fue un golpe de estado institucional de la oposición y no de su propia incapacidad.