En México, entre el cierre de 2014 y el de 2015, hubo un desplazamiento considerable de recursos entre los fondos de inversión de deuda (FID). La lectura inicial es que los inversionistas dejaron los productos de tasa fija, de mayor sensibilidad a las variaciones de las tasas de interés, para ubicarse en los de menor vulnerabilidad y mayor liquidez. Posiblemente se derivó de la expectativa de alza de las tasas de interés locales, como espejo de lo que se esperaba en Estados Unidos.
Resalta que los activos de los FID de mediano plazo se redujeran 52%. No significa disminución de los recursos totales administrados, pues se mantuvieron en 1,39 billones de pesos. El traslado fue al segmento de corto plazo, si se toma en cuenta la clasificación general los define como un gran bloque.
Números y conclusiones
Al descomponer el bloque en sub-clasificaciones se aprecia que los fondos cuyos activos crecieron más en cantidad (211.702 millones o 28%) fueron los de baja duración, orientados a ofrecer liquidez, en pesos mexicanos, denominados de “corto plazo” y “corto plazo gubernamental”. Los de segundo mayor crecimiento en monto (de 7.388 millones o 47%) fueron los que tienen por objetivo compensar por la depreciación de la moneda nacional, reconocidos bajo sus diferentes nombres: “corto plazo cobertura en dólares”, “moneda extranjera”, “cobertura cambiara en euros”, “especializado en dólares” y “especializado en valores denominados en dólares americanos”. El crecimiento de estos fondos incluye el 18% de alza del dólar, asumiendo que cumplieron su cometido.
Ante los riesgos de sufrir minusvalías dobles por la subida de tasas y la caída del peso mexicano, el público buscó refugio en fondos de baja duración y en divisas, principalmente el dólar estadounidense. Por eso el dinero se trasladó a fondos líquidos con la intención de evitar la volatilidad de las tasas de interés de mediano y largo plazos, y a fondos de cobertura para evitar la pérdida del poder adquisitivo del peso frente a monedas fuertes:
- En diciembre de 2014, los activos de los fondos de deuda de corto plazo sumaban 778.859 millones de pesos y aumentaron 28% en 2015, a 997.949 millones. En 2014 representaban 56% de los recursos totales de los FID y un año después 72%.
- Los de mediano plazo disminuyeron 52%, de 437.699 millones de pesos a 212.024 millones, con lo que su influencia en los activos totales bajó de 31.5% a 15%.
- Los FID de largo plazo se incrementaron 4,9%, de 173.074 millones de pesos a 181.549 millones y los de moneda extranjera aumentaron 1.414 millones o 75%. Ese gran incremento porcentual propició que la representatividad en los activos de los FID subiera marginalmente de 12% a 13%.
Tendencia
La propensión a la liquidez se mantuvo en el primer trimestre de 2016. Los activos de los fondos de corto plazo crecieron 4% a más del billón de pesos y los de moneda extranjera 19% a 27.472 millones. Los recursos de mediano plazo no variaron. Los de largo plazo crecieron 4% motivados también por el aumento del saldo de los FID de cobertura: “largo plazo moneda extranjera” y “discrecional moneda extranjera”. La variación se debió a recursos nuevos y no a plusvalías pues el dólar bajó 0,63%, de 17,37 pesos por dólar a 17,26. Es interesante: aparte de protección cambiaria, hay quienes retoman duración.