El aumento de la transparencia y la regulación en Europa y en Estados Unidos son dos tendencias que están beneficiando a la banca privada de América Latina, una corriente que en los últimos años está contribuyendo al crecimiento de la industria de la región tanto del lado de los inversores locales como de parte de los bancos globales que se han asentado en Latinoamérica y que atraen muchos activos.
Estas fueron algunas de las opiniones vertidas este miércoles en uno de los paneles celebrados en el marco del foro Private Banking de Terrapinn, que hasta este jueves se celebran en Sunny Isles (Florida).
El panel, que estuvo moderado por Conchita Calderón, head de Canepa Management en México, contó con la participación de Guillermo Mendez, CEO de BHD International en Panamá; Frederick Reinhardt, presidente y CEO de Espirito Santo Bank en Estados Unidos y Gerard Aquilina de Avington Financial y ex vicepresidente de Mercados Emergentes de UBS.
Los panelistas ofrecieron su visión sobre el aumento de la transparencia y la regulación en Europa y como ello ha contribuido a crear o no más oportunidades para la banca privada latinoamericana.
En este sentido, Aquilina dijo que esta es una tendencia que se ha visto sobre todo en los últimos años, tiempo en el que han crecido los inversores locales y han irrumpido los actores internacionales en los distintos mercados de la región.
Para Aquilina, regulaciones como FATCA y la Patriot Act han afectado el secreto bancario y la confidencialidad de la banca en Europa, lo que ha generado en Latinoamérica un mayor interés por invertir a través de bancos locales y «en el mismo uso horario». “Continuará el interés por los bancos privados europeos, pero disminuirá porque hay más confianza en la banca local”, lo que sumado al horario y que mucho dinero ha sido declarado en los últimos tiempos se traducirá en grandes oportunidades para la banca local y mercados como Miami, así como los family offices, que gracias a ello están recibiendo un gran empujón.
“Hay más activos llegando a este área, lo que va a requerir más transparencia y que se cumplan con todas las regulaciones”, sostuvo el presidente de Espirito Santo.
Por su parte, Méndez, aunque coincidió con el resto en que la banca privada latinoamericana se ha visto beneficiada por esa transparencia y regulación, prefirió matizar la respuesta lanzando al aire la pregunta de si hoy por hoy la banca latinoamericana está o no en la posición de competir con la banca europea.
En cuanto a la tendencia en booking centers, Reinhardt, que no dio nombres, dijo que el futuro de la gestión patrimonial se encontrará donde requiera el cliente por experiencia, por lo que el booking podrá producirse en cualquier lugar del mundo, lo que en muchos casos supondrá operar en lugares muy remotos al lugar de la toma de decisión.
Para Aquilina, no hay más sitios donde ir ni donde esconderse, ya que el negocio del secreto bancario está muriendo. Hace años en Latinoamérica el dinero salía del país por miedo, por miedo a dictadores, a la inflación, a las devaluaciones, no era solo una cuestión de no pagar impuestos. Una tendencia que se ha invertido, ya que la confianza en el país, en la economía y en la banca local ha provocado que aumente la inversión en entidades del país.
“Los clientes quieren estar. La transparencia y regulación están afectando, pero en el buen sentido, está afectando al juego… Mis clientes no tienen que buscar un banco en Europa para estructuras, por ejemplo, cuando lo tienen aquí”, subrayó Méndez.
En cuanto a cómo ven la industria en un plazo de 20 años, en un contexto de una normativa muy estricta, estos coincidieron en que será un negocio nicho, pero con espacio para todos. Lo que si es innegable es que crece la profesionalidad de la industria, un sector que combinará el lado social, la del asesor muy próximo al cliente, y el técnico, el del experto. Proliferarán los asesores independientes, los multi y single family offices, una tendencia que seguiremos viendo.