La compra de Popular por parte de Santander hace que el mayor banco español se quede también con el negocio de asesoramiento y banca privada, incluyendo las redes de agentes de Popular. El interrogante es qué harán ahora los agentes, si se adherirán a Santander sin problemas o si decidirán buscar nuevas entidades con las que trabajar.
Según el registro del Banco de España, actualmente Popular Banca Privada cuenta con 66 agentes en sus filas, con un volumen de negocio que supera los 1.300 millones de euros, que representan cerca de un 20% del negocio de la entidad (unos 7.000 millones de euros). Popular cuenta también con la red de agentes de Banco Pastor, con otros 67 profesionales, a los que habría que sumar los 3 agentes del propio banco. En suma, 136 profesionales que ahora tendrán que decidir qué hacen con su futuro.
Según fuentes del mercado, muchos de esos agentes se cambiarán de entidad, al no comulgar con la forma de trabajar de Santander, y podrían buscar entidades bancarias de tamaño mediano y que dén más impulso a su red de agentes; firmas como Bankinter, que le dan una importancia estratégica. Hay que tener en cuenta que en los últimos años, Santander ha reducido su red de agentes, hasta los algo más de 800 actuales, según datos del Banco de España. Es decir, no ha sido una apuesta estratégica para el banco.
Según esas fuentes, sería menos probable que los agentes de Popular se adhirieran a proyectos de asesoramiento independiente, debido a la forma con la que han venido trabajando hasta ahora.
“Calculo que un tercio de los agentes del Popular ven la entrada del Santander como entidad que no ve estratégico el tema de los agentes. Ello, unido a que no respeta a los clientes compartidos, no les deja tocar empresas ni instituciones (algo muy arraigado entre los agentes del Popular), hará que varios agentes en los próximos días dejen la entidad, con absoluta seguridad y sin capacidad de retención por parte ni del nuevo equipo del Santander, ni del equipo de Popular”, comenta comenta Santiago Díez Rubio, fundador de IntelecSearch.
“La guerra esta abierta”, añade el experto, al igual que ocurrió con Banco Madrid: aquí pasará lo mismo, dice, aunque en menor medida, pero también muchos “intentarán cazar en el nuevo caladero del Santander, caladero que durante años fue entidad donde muchas entidades se nutrieron de profesionales con buenas carteras, bien formados y poco pagados”.
Una movilidad que contrastaría con la que han tenido en los últimos meses de problemas: “La paciencia de los agentes durante estos últimos seis meses fue muy alta y demostraron su capacidad de retener clientes y saldos, muy a costa de un alto esfuerzo personal y confianza de años”, comenta Díez Rubio, que destaca que en los últimos meses solo tres agentes han abandonado Popular Banca Privada.
Algunos se quedarán: la pelota está en el tejado de Santander
El experto señala no obstante que algunos podrían quedarse en Santander, dependiendo de la generosidad del banco, pues en la medida que muchos agentes y sus clientes tenían acciones de Popular y se han visto afectados, tomarán su decisión en función de cómo se porte Santander. En su opinión, también teniendo en cuenta que hay clientes y agentes apalancados en la compra de acciones de la segunda ampliación de Popular, la forma en la que Santander lo gestione y proporcione un plan de ayuda será clave para quedarse con esos clientes.
Demandas en el aire de los grandes fondos
Además de la incertidumbre sobre los agentes, Popular y ahora Santander se enfrentan a demandas no solo de inversores minoristas sino también de grandes fondos. Según publica Expansión, algunos de los grandes fondos internacionales que han perdido su inversión en Banco Popular están manteniendo contactos para coordinar una ofensiva legal con el objetivo de recuperar parte de su dinero. Ante la expectativa de lograr alguna compensación por esa vía, varios bancos de negocios están dando a los dueños de los antiguos bonos anticrisis de Popular (que fueron valorados a cero en su rescate) la opción de vender el derecho a cobrar las posibles compensaciones que surjan de los pleitos.
Entre las gestoras anglosajonas afectadas que podrían pleitear figuran Pimco, Cairn Capital y Amber Capital, indican fuentes de la Citya Expansión.