Biscayne Capital, fundada en 2005 en Miami por la familia Cortés y Ernesto Weisson, se ha propuesto como meta para 2013 llegar a los 2.000 millones de dólares bajo gestión, una cifra en consonancia con la proyección registrada por la firma en los últimos años. Biscayne Capital contaba con 250 millones de dólares bajo gestión en 2010, un año más tarde la cifra subió a los 500 millones y el pasado año cerraron cercanos a los 1.000 millones de dólares.
En este sentido, Roberto Cortés, Chief Executive Officer de Biscayne Capital, se mostró, en una entrevista con Funds Society, muy seguro de poder doblar el negocio en 2013, ya que cuentan con “una masa crítica de banqueros y un ´brand´ en la región que ahora sí nos permite adquirir family offices que se quieran unir a la plataforma de Biscayne Capital”.
“Las grandes instituciones han dejado huérfanos a los asesores”
Cortés presume también de tener un equipo de banqueros con un perfil de al menos 20 años de experiencia. Se trata de “gente que ha pasado por ciclos, crisis y con una cartera de clientes muy establecida”, lo que sumado a su política de arquitectura abierta viene a ser, según su opinión, «la mejor apuesta para un cliente». En Biscayne Capital prima “la objetividad, independencia y no hay conflicto de intereses” porque no representan a ninguna institución. “Nuestras operaciones de asesoría financiera se realizan fuera de Estados Unidos”, trabajamos también en Uruguay desde 2008 y en Suiza.
«Somos asesores de inversión»
En cuanto a la política de inversión, el ejecutivo quiso dejar claro que no son managers, “somos asesores de inversión. Buscamos los distintos managers en las distintas regiones que existen en el mundo, pero no somos los que manejamos los fondos. Somos recaudadores entre el cliente, el banco y sus managers”, puntualizó.
Asimismo, Cortés se refirió a la gran oportunidad de contratación de banqueros que han tenido en los últimos años debido al movimiento que se ha producido en el sector. “La empresa ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, ya que hemos podido ofrecerle a los asesores de inversiones una plataforma de custodia, de tecnología y de seguridad apta para el mercado latinoamericano en unos tiempos en los cuales las grandes instituciones financieras se han retirado de este mercado, dejando huérfanos a los asesores”.
Regulaciones Sobre Reportes de Intereses Bancarios Pagados a No-Residentes Fiscales de EEUU
En cuanto a las nuevas regulaciones que afronta el sector, Cortés sostiene que FATCA no es lo que más les preocupa en Biscayne Capital. En este sentido, explicó que miran con más atención a las Regulaciones Sobre Reportes de Intereses Bancarios Pagados a No-Residentes Fiscales de los Estados Unidos, es decir, una norma que afecta directamente a sus clientes. “Biscayne Capital se siente obligado bajo sus responsabilidades fiduciarias a comunicarle claramente a sus clientes sobre esta situación, que consideramos de alto riesgo para el cliente, ya que esta información es muy sensible sobre todo en países donde los gobiernos aún no han logrado dar garantías de seguridad a sus ciudadanos”, en clara alusión a aquellos clientes que tienen dinero fuera de sus fronteras por motivos de seguridad. Por último, Cortés matizó que “si bien es cierto que Biscayne Capital está a favor de la nueva transparencia fiscal a nivel mundial”, también consideran que dicha transparencia “es un derecho de cada ciudadano”.
Biscayne es un proveedor de servicios de administración de patrimonios para personas y familias latinoamericanas de alto poder adquisitivo. La firma brinda a sus clientes una selección global de ofertas de productos, a través de una plataforma de arquitectura abierta. Asimismo, la firma cuenta con alianzas con los principales bancos estadounidenses de inversión y con instituciones financieras suizas y alemanas. Su sede principal se encuentra en Miami, Florida, y su centro de operaciones en Uruguay, además de que cuenta con sucursales por todo América Latina.