El gigante de hedge funds estadounidense SAC Capital ha accedido a declararse culpable de todos los cargos que se le imputaban por fraude por el uso de información privilegiada, por lo que ha sido castigado a pagar una multa de 1.800 millones de dólares y obligado a cerrar su negocio de asesoría e inversión, tal y como informaron este lunes desde la oficina de Preet Bharara, fiscal del Distrito Sur de Nueva York, y George Venizelos, director del FBI en Nueva York.
A través de un comunicado, la oficina del fiscal neoyorquino dijo que la multa impuesta a SAC Capital es la mayor multa de la historia impuesta por el uso de información privilegiada. Los cargos de fraude electrónico y de valores, por los que se les acusa de ganar centenares de millones de dólares de forma ilegal, van dirigidos a cuatro empresas: SAC Capital LP; SAC Capital LLC; CR Intrinsic Investors, LLC y SIGMA Capital Management, todas ellas colectivamente denominadas SAC Capital. Ésta última, responsable de dirigir un grupo de hedge funds afiliados, colectivamente designados SAC Hedge Fund.
SAC Capital fue fundado hace dos décadas por Steven Cohen ha llegado a gestionar 14.000 millones de dólares. La querella ha sido fruto de una larga investigación. El pasado mes de marzo, SAC ya acordaba el pago de una multa de 615 millones de dólares a la SEC por el uso de información privilegiada, monto que se descontará de los 1.800 millones a pagar por la firma.
Bajo el acuerdo, SAC Capital y sus filiales se comprometen a no aceptará más fondos del exterior y se comprometen a cerrar sus operaciones y su negocio de asesoría.
“Hoy, SAC Capital, uno de los hedge funds más grande y poderosos del mundo, accedió a declararse culpable, ha cerrado su negocio de inversión exterior y deberá pagar la multa más grande de la historia por el delito de información privilegiada. Este es el precio justo y apropiado para esta mala conducta sin precedentes que se ha producido aquí”, dijo el fiscal Bharara.
El Departamento de Justicia acusó en julio a SAC Capital de cinco delitos por uso de datos confidenciales de empresas cotizadas para realizar operaciones en bolsa en beneficio propio, que dio como resultado un fraude «cuantioso, generalizado y a una escala sin precedentes en la industria de hedge funds».