La división de gestión de patrimonios de Morgan Stanley en los Estados Unidos recortará el número de cuentas extranjeras hasta mantener sólo las de aquellos clientes que mayores beneficios producen; el negocio se quedará con los clientes que tengan más de medio millón de dólares en activos, mientras que las cuentas menores serán atendidas a través de un centro de atención telefónica, publica Reuters. Además, cerrará las cuentas en aquellos países cuyas restrictivas regulaciones para las cuentas offshore hagan demasiado caro trabajar con clientes.
El banco centrará su negocio en los países más rentables, principalmente Latinoamérica y Caribe, además de algunas zonas de Asia, como pudieran ser China o Taiwán. En total, serán unos 60 países, de los que proceden clientes con cuentas abiertas en Estados Unidos. La firma quiere rediseñar su negocio internacional, mientras se convierte en uno de los segmentos de mayor crecimiento de la división de gestión de patrimonios del banco. En los últimos años, Morgan Stanley retiró sus operaciones de onshore wealth management de Suiza, Reino Unido, Italia, España, Emiratos Árabes Unidos e India.
El negocio cuenta con 400 asesores internacionales que gestionan 100.000 millones de dólares en activos desde 12 oficinas que, a partir del año próximo, deberán cumplir ciertos requisitos, incluyendo un mínimo de ingresos provenientes de sus clientes no residentes.
Siempre según el medio, Greg Fleming, director de gestión de patrimonios e inversiones, y Shelley O’Connor, responsable de field management, anunciaron a través de una comunicación interna una serie de ajustes -que incluyen los destacados- y remitían a los empleados a una página web con más detalles. Los cambios no afectan al negocio onshore de Hong Kong, Singapur y Australia.
Recientemente otras entidades como Merrill Lynch WM también reestructuraron su negocio internacional, con implicaciones en Latinoamérica.