Las gestoras empiezan a reaccionar a la futura salida de Reino Unido de la Unión Europea, fortaleciendo su oferta en Luxemburgo. Es el caso de M&G Investments, que ha anunciado su compromiso de lanzar una nueva gama de fondos-sicav de derecho luxemburgués con las estrategias de fondos domiciliados en Reino Unido antes de marzo de 2019.
Además de versionar esos fondos británicos en formato luxemburgués, la entidad creará una nueva estructura jurídica en el Ducado que constará de una nueva sociedad gestora (tanto para fondos UCITS como alternativos) y una entidad distribuidora y de servicios para esa gestora.
“Con el lanzamiento de esta gama de fondos-sicav, nuestros clientes internacionales podrán elegir la forma en la que acceden a las estrategias de nuestros fondos y a sus gestores. También se garantiza que nuestros clientes puedan seguir beneficiándose de nuestra experiencia en inversión a partir de marzo de 2019, independientemente del modelo de relaciones comerciales que se establezca entre el Reino Unido y el resto de la Unión Europea», comenta Anne Richards, consejera delegada de M&G Investments.
Fondos y estructura gestora y de distribución
En cuanto a los nuevos fondos que se registrarán en Luxemburgo, la gama estará compuesta por subfondos que tendrán como objetivo seguir las mismas estrategias de inversión que los fondos de M&G domiciliados en Reino Unido y en los que actualmente invierten los inversores europeos. Algo que podría ser más complicado cuando se produzca el Brexit.
Además, M&G también creará una nueva estructura jurídica en Luxemburgo compuesta por dos entidades: una sociedad gestora que será a la vez gestora de UCITS y gestora de fondos de inversión alternativa (AIFM), y una entidad encargada de la distribución de los fondos y servicios de la sociedad gestora luxemburguesa.
En definitiva, esta nueva estructura jurídica y la nueva gama de fondos-sicav garantizarán que tanto los gestores de M&G como sus estrategias sigan estando disponibles para los clientes internacionales, independientemente del resultado de las negociaciones políticas sobre servicios financieros tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Estos planes están sujetos a la aprobación de los organismos reguladores, tanto en Luxemburgo como en Reino Unido.