Los inversores institucionales latinoamericanos tienen gran parte de sus carteras posicionadas en deuda o acciones de sus mercados nacionales, pero cada vez son más conscientes de la necesidad de ir más allá. La última crisis en los mercados emergentes ante el fantasma del tapering en Estados Unidos son episodios que van generando brechas en la convicción de mantener ese carácter local de las inversiones. Por eso José Luis Ezcurra, director comercial de Vontobel AM para Iberia y Latinoamérica, está convencido de que el mercado latinoamericano ofrece un gran potencial de crecimiento para gestoras capaces de ofrecer una gestión activa que añada valor y diversificación. “La diversificación es, más que un apetito, una necesidad para los inversores institucionales como los fondos de pensiones. Están buscando poco a poco una combinación entre ETF, que ofrece una gestión más dinámica, y una gestión activa capaz de aportar valor como núcleo de sus carteras”, afirma, en una entrevista a Funds Society. Una gestión activa y diferente en áreas como la renta variable estadounidense o la renta fija emergente ofrecida por gestoras internacionales.
Es ahí precisamente donde se ha posicionado Vontobel AM, que ofrece productos de renta variable emergente, asiática y estadounidense (de su boutique estadounidense VAMUS) pero quiere empezar a distribuir con fuerza un fondo que invierte en deuda de los mercados en desarrollo –y que está incubándose y en proceso de registro en Colombia, Chile y Perú-, una estrategia con la que pretende doblar sus activos bajo gestión en la región en los próximos tres años. “Tenemos algo más de 1.000 millones de dólares en activos gestionados en Chile, Perú y Colombia. El crecimiento dependerá de la acogida de los nuevos productos pero, si ésta es buena, podríamos duplicar los activos bajo gestión en los próximos tres años”, afirma.
Ezcurra explica que estos países están ampliando sus máximos de inversión en el exterior ante el creciente riesgo de tener la mayoría de sus activos en sus bolsas -en algunos casos con valores muy vinculados a las materias primas-, o mercados de deuda locales (en manos en su mayoría de las AFP). El ejemplo es Perú, cuya inversión en activos de fuera supone cerca del 34% del total, muy cerca del límite legal del 36% y uno de los mercados con mayores posiciones fuera, por detrás de Chile, que tiene más del 38%, si bien aún está lejos del 80% permitido. También Colombia, con cerca del 13%, está lejos de alcanzar el máximo del 40%, razón por la que Ezcurra confía en el potencial de crecimiento de marcas como UCITS. Y motivo por el que, aunque actualmente se centrará en estos tres mercados, no descarta entrar en el futuro en otros como México (donde solo la mitad del 30% permitido está en inversiones fuera del país) y Brasil (con apenas un 2%).
“En México la regulación pone límites a la entrada en productos con alto tracking error pero podríamos tener una oportunidad con los fondos de deuda emergente, que suelen estár más cerca del índice”, dice. En Brasil sus perspectivas son más lejanas porque todavía no se sienten cómodos con su falta de apertura. “Preferimos llegar tarde pero bien”, algo que harán de la mano de Itaú, también su socio en Miami, otro mercado en el que quieren crecer para hacerse con un pedazo de los cerca de 250.000 millones de dólares en capital offshore, según un reciente informe de Boston Consulting Group.
El inversor latino, más dispuesto a tomar riesgos
Para Ezcurra, la idiosincrasia del inversor latino, que es en su gran mayoría institucional a diferencia de lo que ocurre en España (a razón de 80%-20%) explica también su rapidez a la hora de ganar sofisticación en su asignación de activos y su mayor disposición a tomar riesgo frente al inversor español. “La sofisticación es común a ambos mercados pero la diferencia es la tolerancia al riesgo: en Latinoamérica están acostumbrados a invertir en sus mercados de deuda y bolsa locales, asumiendo una gran volatilidad con la que se sienten cómodos, pero en España todavía no se olvida la crisis. El inversor latino quiere crecer y diversificarse mientras para el español la prioridad es la preservación de capital”, explica.
Duplicar activos en España
Por eso en España la estrategia de Vontobel AM es posicionarse en un entorno de “back to basics”, y ofrecer productos flexibles dentro de la renta fija y la variable. En renta fija, la apuesta es un nuevo fondo de crédito europeo que pueda dar diversificación a las carteras, mientras en renta variable el apetito se dirige más hacia bolsa emergente. Con esas apuestas la idea es también duplicar patrimonio, desde los cerca de 300-400 millones de dólares actuales en la península ibérica (España, Portugal y Andorra) hasta los 1.000 millones en los próximos años.
Ezcurra confía en el potencial de crecimiento de las entidades internacionales en España, y cree que Vontobel AM podrá crecer tanto arañando cuota de los grandes ante el apetito del cliente por “cosas nuevas y diferentes que aporten valor” como beneficiándose de la tendencia alcista de los activos en fondos de inversión a medio y largo plazo.
La gestora tiene presencia en España, donde trajabajan conjuntamente Ezcurra y Ricardo Comín, con el que comparte oficina y el puesto de director de Ventas para Iberia y Latinoaméricadesde el verano de 2012. Para llegar a Latinoamérica, la apuesta se centra en la subdistribución con socios locales (trabajan con uno para Chile, Colombia y Perú y con otro potencial en Miami y Brasil). Ezcurra considera que ésa es una estrategia más acertada porque “solo los socios de allí tienen en know how y la experencia y no nos planteamos abrir oficinas locales”.
Nuevo planteamiento
La estrategia de negocio de Vontobel AM tuvo su punto de inflexión con la llegada de Axel Schwarzer a la jefatura del negocio de gestión en marzo de 2011, que acabó con la “desorientación” al pasar de una gama de producto intermedia y muy variada a redefinirla y orientarla hacia cuatro puntos de expertise según un modelo multiboutique, potenciando uno o dos productos en cada uno de ellos. El primero es la renta variable, con la boutique estadounidense de la gestora (VAMUS), donde existen varios productos clónicos pero centrados en distintas áreas geográficas; el segundo, las materias primas y activos alternativos de la antigua Harcourt; el tercero, la boutique de tendencias globales de la entidad, con productos de eficiencia energética o recursos futuros; y actualmente, desarrollando una boutique de renta fija con productos diferenciados de crédito europeo y renta fija emergente, siendo el primero un guiño al inversor europeo y el segundo al latinoamericano y asiático. “Queremos crecer en Latinoamérica tanto en productos como en inversores”, apostilla Ezcurra.
La gestora mantiene también su expertise multiactivo, con el que da respuesta a la demanda de inversores en Suiza o Alemania, principalmente a través de mandatos y en la que también pretende crecer.