El arresto de André Santos Esteves, CEO de BTG Pactual, el pasado miércoles ha abierto un nuevo capítulo en la operación Lava-Jato, el mayor caso de corrupción de la historia reciente de Brasil. Esteves, con una fortuna estimada en unos 2.200 millones de dólares según Forbes, era director ejecutivo y principal accionista del sexto mayor banco de Brasil, y el mayor banco de inversión de la región, según informa Reuters.
Junto con Esteves, la policía federal arrestó al líder de la coalición gobernante en el Senado, Delcídio Amaral, por intentar obstruir en la investigación de operación relacionada con la colosal trama de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.
Esteves y Amaral fueron detenidos por intentar impedir que el ex director de Petrobras, Nestor Cerveró (detenido desde enero) llegara a un acuerdo de delación compensada con la Fiscalía y mencionara sus nombres en sus declaraciones por el caso. Amaral ofreció dinero para comprar el silencio de Cerveró, y Esteves sería el responsable de la transferencia.
Amaral es además presidente de la comisión de Asuntos Económicos del Senado, por lo que es una figura clave para la aprobación de las medidas de austeridad que impulsa el gobierno para sanear las cuentas fiscales.
Tras las detenciones, la bolsa brasileña bajó 2,94% por los temores de que el escándalo de corrupción siga paralizando la agenda de reformas de la presidenta Dilma Rousseff y agrave aún más la recesión económica que atraviesa el país. BTG Pactual, que no integra el Bovespa, llegó a caer hasta 38,94%, para cerrar con un descenso de 21,01%. El precio de sus bonos, en tanto, se derrumbó. La moneda brasileña, el real, se depreció 1,23%.
CEO interino
BTG Pactual dijo en un correo electrónico que está cooperando con la investigación y que está dispuesto a explicar lo que sea necesario a las autoridades. Asimismo, nombró como CEO interino a Persio Arida, quien es socio fundador y miembro del directorio de BTG Pactual. Arida fue director del banco central y, según la firma, es la persona idónea para el cargo por su independencia y por su trayectoria.
BTG Pactual tiene participaciones en más de 20 empresas de diferentes sectores, y gestiona unos 80.000 millones de dólares. A principios de 2011, BTG Pactual sorprendió al mercado con la compra del Banco PanAmericano, entonces bajo la intervención del Banco Central, convirtiéndose así en socio de la Caixa Económica Federal en el negocio. En 2014, absorbió a la entidad chilena Celfin Capital.
A Esteves se le considera una de las figuras más influyentes del mercado financiero brasileño. Comenzó su carrera en Banco Pactual, y fue el responsable de su venta en 2006 al banco suizo UBS. A finales de 2008, Esteves dejó UBS Pactual para fundar la entidad BTG, que fue poco después adquirida por Pactual, dando lugar al banco BTG Pactual, tras un acuerdo valorado en 2.600 millones de dólares.
En los últimos años Esteves ha realizado varios negocios con Petrobras. En 2010 se unió a la petrolera y otros socios para establecer Sete Brasil, la firma de plataformas petroleras que está en el centro del escándalo. En otro acuerdo reciente con el gobierno, BTG compró en junio de 2013, el 50% de las operaciones de Petrobras Oil & Gas en África por 1.500 millones de dólares bajo el nombre comercial de PetroÁfrica.