Los fondos de real estate. Así de claro lo tiene Patrick Moonen, estratega senior de Multi Asset en ING IM. Para él, en 2014 el activo con mejor evolución fue, de lejos, el inmobiliario. Los REITs aumentaron su valor en más del 40% en términos de euros, el doble de rentabilidad que la arrojada por la renta variable global, estima en su análisis.
“Por supuesto, el mercado inmobiliario estaba en su momento más dulce. La caída incesante de las rentabilidades de la deuda a largo plazo alimentó la búsqueda de otros activos. El rendimiento medio de las propiedades inmobiliarias a nivel mundial bajó, pero siguió siendo atractivo”, explica. Como podemos ver en el gráfico, a pesar de la caída de la rentabilidad, la brecha con la deuda corporativa se ha mantenido bastante estable en torno al 2% en los últimos dos años y medio. Esto atrajo dinero de los fondos soberanos, de los fondos de pensiones, las compañías de seguros y los fondos de high yield equity, resume.
La abundancia de capital también ha dado respaldo a las inversiones REIT y las compañías han sabido aprovechar los tipos de interés más bajos para refinanciarse en un horizonte de tiempo a más largo plazo. Al mismo tiempo los fundamentales del sector mejoraron, respaldados por la mejora de la economía, especialmente en EE.UU. y Reino Unido.
“Creemos que al menos en la primera parte de este año, el sector de real estate puede evolucionar bien. Se espera que la política monetaria mundial se mantenga relajada tanto por parte del Banco de Japón como por el BCE. Sin embargo, la Fed podría comenzar a subir los tipos de interés en junio, poniendo las cosas más difíciles para este sector. Sin embargo, pensamos que, frente a lo que sucedió con el inicio del tappering en 2013, que desencadenó una abrupta corrección inmobiliaria, los fundamentales económicos son más robustos ahora. Es posible que una subida moderada de la rentabilidad de la deuda a largo plazo no cambie sustancialmente la evolución del mercado inmobiliario”, explica Moonen en el último Houseview de ING IM.
Además, la caída en los precios del petróleo es también positiva para los presupuestos familiares y, finalmente, para el crecimiento del PIB. “Esto influirá en el real estate comercial por lo que en general podemos decir que el panorama para 2015 no es malo para los fundamentales del sector”, concluye.