El Banco de Inglaterra se reúne el jueves y todo apunta a que esta vez el organismo sí se dispone a recortar los tipos de interés desde el 0,5%. Con el resultado del referéndum para abandonar la Unión Europea aún caliente y con el relevo del primer ministro, David Cameron, en marcha, julio no parecía el mes adecuado para reformar una tasa que permanece en el mismo nivel desde 2009.
Sin embargo, las señales de que el Brexit está haciendo mella en las empresas y la confianza de los consumidores llevará previsiblemente a las autoridades monetarias a adoptar medidas que suavicen el impacto, creen los expertos.
“Hasta el 4 de agosto, la encuesta nacional del CBI y la encuesta de la Comisión Europea deberían validar un escenario que justificaría una bajada inmediata de los tipos de referencia del Banco de Inglaterra en 50 puntos básicos”, explican los expertos de Groupama AM.
Es cierto que los datos del producto interior bruto de Reino Unido registraron en el segundo trimestre de 2016 una sorprendente subida del 0,6% intertrimestral, pero David A. Meier, economista de Julius Baer, no cree que estas buenas cifras por sí solas vayan a frenar al Banco de Inglaterra, que ya espera malos datos como consecuencia del Brexit. “Los principales indicadores de julio fueron consistentes con un crecimiento cero, al menos en el trimestre actual, por lo que se espera una respuesta del Banco de Inglaterra en la próxima reunión del 4 de agosto”, explica Meier.
Dado que los mercados descuentan ya una subida, Anjulie Rusius, especialista en macroeconomía de M&G, va más allá y pone el foco en una declaración del gobernador Mark Carney: «En agosto, también seguiremos debatiendo sobre las distintas herramientas de las que disponemos».
Para Rusius, “con los tipos de interés prácticamente en cero, el gobernador Carney podría estar indicando que el Banco de Inglaterra está calentando motores para ofrecer un paquete especial de estímulo monetario, además de una rebaja de los tipos de interés, similar al presentado por el BCE en marzo de este año”, apunta.
La gestora M&G cree que este paquete de medidas podría contener una renovación del programa de expansión cuantitativa, nuevas compras de deuda corporativa, un respaldo adicional al préstamo bancario, una respuesta monetaria y fiscal conjunta y, además, todo esto sin perder de vista la carta de los intereses negativos.
Desde Western Asset, filial de Legg Mason, Ken Leech, director de inversiones, espera también que el Banco de Inglaterra amplíe su programa de expansión cuantitativa, «y no nos sorprendería que incluyera una gran variedad de activos a su programa de compras», aventura.