Las medianas y pequeñas empresas españolas aún presentan oportunidades de inversión pero su historia ha cambiado de un año para otro. “Ya no quedan muchas compañías infravaloradas. Las rentabilidades han sido muy buenas y las valoraciones se han ajustado, algo que también ha ocurrido con las grandes empresas”. Esta frase de Fernando Luque, de Morningstar, deja bien clara una circunstancia que ha introducido un elemento de dificultad en la labor de los gestores de fondos. Tras el último rally, los expertos se debaten entre un optimismo en la economía que seguiría apoyando las subidas bursátiles y una cautela asentada en la resistencia a anticipar crecimientos más allá de los que ya ha puesto en precio el mercado. De ello se habló en la décima edición del Foro Medcap de Empresas de Mediana Capitalización, organizado por BME y celebrado estos días en Madrid.
Xavier Torres, gestor de MoraBanc Asset Management en Luxemburgo, está entre los primeros. Reconoce que la cartera de su fondo de bolsa ibérica, Mora Iberian Equity Fund –que ha subido el 60% en los dos últimos años y casi el 15% en lo que va de 2014 gracias a las posiciones en compañías de capitalización mediana y pequeña-, ha visto disminuido su potencial, o valoración implícita, hasta el 24%, tras el fuerte rally del año pasado, lo que le lleva a buscar nuevas estrategias. Pero el gestor es optimista y, basándose tanto en el mayor atractivo en precios que tiene la bolsa ibérica con respecto a Europa y EE.UU., como en la historia de crecimiento y recuperación de la economía española, sigue apostando y comprando acciones (unas 30 conforman su cartera), tanto en Portugal (que ocupa el 20%) como en España, donde ve potencial en nombres como Vocento o en el sector de banca mediana, que tiene en la continuidad de la consolidación un importante catalizador.
“Las valoraciones bursátiles ya no son tran atractivas y si no se cree en la recuperación no hay oportunidades. Pero la mejora de la economía española es evidente y creemos en ella y en un ejercicio de mejora de las expectativas de los beneficios empresariales”, explica Torres, argumento con el que sigue entrando en el mercado y avistando oportunidades. Además, señala que el comportamiento de la deuda corporativa en un entorno de política monetaria acomodaticia y bajos tipos de interés ha sido mejor que el de las acciones y que aún existe un gap a cubrir por la renta variable. “Es una buena noticia que favorece a las bolsas”, dice.
MoraBanc AM está en proceso de registro de sus fondos de renta variable ibérica y europea en España, algo que hará en las próximas semanas. La gestión de los fondos parte de una visión macro que desemboca en una selección sectorial y en un proceso de stock picking.
Joaquim Abril, responsable de Renta Variable de BMN Gestión, ahora perteneciente a Banco Madrid tras su compra en noviembre, es más cauto: aunque reconoce que dos de las patas clave en su proceso de selección (el análisis macro y de flujos de capital) han mejorado, tiene más dudas con respecto a la tercera, la microeconómica. El gestor, que busca compañías con crecimiento a precios razonables pero a la vez con buena calidad de sus beneficios, explica que lleva más de seis meses sin encontrar empresas en España con valoraciones razonables (“es más difícil encontrar hoy empresas en España, sobre todo pequeñas, dice”), puesto que no se deja llevar por las expectativas de crecimiento.
“No soy muy de creer en expectativas y el mercado no está caro pero está bien valorado y ya le queda poco recorrido”, razón por la que tiene un 20% en liquidez en su fondo de acciones españolas (BMN Bolsa Española)». Para que cambie de opinión, ha de ver que la macroeconomía mejora en mayor medida de lo que ya descuentan las acciones, pero explica que en algunos casos el mercado ya refleja una gran mejora en los próximos dos o tres años, y por eso prefiere adoptar un sesgo más conservador. De hecho, y aunque considera que la política monetaria seguirá laxa y los tipos bajo control, advierte sobre el mercado de bonos de alta rentabilidad: “Algo no empieza a funcionar bien, ya no se descuenta el riesgo de las compañías y lo mejor es no tomar decisiones agresivas”, apostilla.
Su fondo de acciones españolas ha subido un 70% en los últimos cinco años y en lo que va de año gana el 8% pero el gestor insiste en la importancia de controlar la volatilidad, menor en su caso que la de los índices. También gestiona un fondo de acciones globales (también con sesgo hacia las medianas empresas y con la misma filosofía de encontrar compañías con crecimiento, bien valoradas y con calidad), que gana un 40% en los últimos dos años. Abril explica que el fondo global tiene actualmente la mayoría de sus posiciones en Europa, y también la exposición a Estados Unidos es importante.
El apoyo de los flujos
Fernando Luque también incidió en que quedan muy pocas compañías de mediana capitalización infravaloradas en España y destacó Ence (con un 13% de descuento según el análisis de Morningstar), Faes Farma (con un 5%) y Atresmedia (con un 4% de infravaloración). El experto explicó que las compañías que han captado más inversiones de fondos, sicav y ETF nacionales e internacionales son Prosegur (con 720 millones de euros), Acerinox (con 571) y Meliá (con 390), si bien en términos numéricos Acerinox es la que está presente en mayor número de carteras (978), seguida de Zardoya Otis (557) y CAF (392).
Pero, a pesar de ese ajuste de las valoraciones, Luque afirma que eso no impide que las compañías puedan seguir subiendo… “siempre que los beneficios acompañen y también lo hagan los flujos”. En este último sentido recordó que en los últimos meses la bolsa española viene captando fuertes flujos de capital y que, a diferencia de la renta fija donde algunos gestores empiezan a levantar el pie del acelerador al comprar deuda periférica, los gestores internacionales aún tienen un sesgo positivo con las acciones españolas. Además, señaló que las futuras subidas de tipos no suponen un “peligro inminente para las cotizaciones”.
El MAB sí, pero de forma selectiva
En el evento también se habló del potencial del mercado alternativo bursátil y el atractivo que suscita entre los gestores. Torres habló de la gran polarización que existe entre valores como Gowex y el resto y por ello, más que apostar de forma indiscriminada por el MAB, asegura que busca compañías interesantes, sin dejarse llevar por rentabilidades pasadas porque en muchos nombres “el descuento se ha cerrado”. Su horizonte de inversión es de medio plazo y ello impone ser selectivo. Abril señaló el potencial de Carbures como “una de esas compañías que con el paso del tiempo afloran ventajas competitivas por estar en un negocio nicho”, y destacó su saneado balance.
Con respecto a futuros índices sobre el MAB, Torres aseguró que podría ser posible y tendría sentido, problemas de liquidez aparte, pero sería un producto algo más ad hoc, no apto para grandes fondos, sino para aquellos con entre 5 y 10 millones de volumen. Francisco Salvador, director de Fransalipp, habló de las dificultades que tendría construir un ETF que replique de forma rápida el MAB e indicó que se necesitarían más compañías y volumen.