Los movimientos recientes del mercado han servido de recordatorio para los inversores de que el mercado de renta fija se enfrenta a un cambio secular, después de un mercado alcista que ha durado 30 años, impulsado por una continúa caída en los tipos de interés. La rentabilidad de bono del Tesoro americano a 10 años ha caído desde el 15,8% registrado en 1981, hasta el 1,4% alcanzado en julio de 2012, que según el director de Inversiones de Pioneer Investments, Giordano Lombardo, es el punto de inflexión que va a marcar el cambio de tendencia.
Desde la gestora ven tres escenarios posibles a medio y largo plazo (cinco/siete años):
1. La economía global se reacelera de manera gradual hasta un patrón de crecimiento normal, junto con una recuperación de la cooperación internacional. En este caso, los tipos de interés suben gradualmente “por una buena razón» y las mejoras en los mercados financieros se mantienen de forma estable. El mejor de los mundos.
2. La inestabilidad se mantiene, pero al mismo tiempo, el exceso de liquidez creado por los bancos centrales en los últimos años empieza a crear picos inflacionarios. La parte larga de la curva de bonos se sale de control, y los bancos centrales tienen que ajustar de forma masiva para recuperarlo. Las tasas de interés se elevan por una «mala razón» y las economías caen de nuevo en crisis deflacionaria.
3. La reversión a la media de los tipos de interés es muy débil. El crecimiento mundial sigue siendo anémico, pero la inflación está bajo control, debido a la holgura que queda en la economía. Los Bancos Centrales adoptan instrumentos de política monetaria aún más creativos, que son cada vez menos eficaces en la mejora de los fundamentos económicos y sirven de poco apoyo a los precios de los mercados financieros. Reina la volatilidad.
Hay que reconocer primero que los principales factores que apoyaron los 30 años que ha durado la última tendencia del mercado, es decir, la disminución a largo plazo de las tasas de interés y la efectiva intervención de los bancos centrales, van a brillar por su ausencia en cada uno de los tres escenarios anteriores . El experto cree que esto significa que tenemos que pasar de un modelo de mercado basado principalmente en la liquidez y el crédito, a la creación de un modelo impulsado principalmente por los fundamentales del crecimiento económico real a largo plazo.
En conclusión, creemos que el panorama económico y financiero en el medio y largo plazo no es particularmente favorable para los activos financieros en general (no sólo para los de renta fija). Los vientos de cola del declive en los tipos de interés y la expansión del crédito no van a estar allí para ayudar en el nuevo ciclo. Con respecto a la asignación de activos, en Pioneer creen que la clave será pasar de una interpretación del mercado dominada por la liquidez y los Bancos Centrales, a uno que se apoye más en el análisis de escenarios a largo plazo, la aceptación y la gestión proactiva de la volatilidad del mercado a corto plazo.
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