Durante los últimos años, el gobierno chino ha acelerado el proceso de liberalización de sus mercados financieros, permitiendo gradualmente un acceso más directo y menos complejo a los inversores internacionales. Hasta ahora, los inversores internacionales solo han tenido un acceso limitado a la inversiones en acciones de empresas chinas, inicialmente con el programa QFII (Qualified Foreign Institutional Investor), complementado luego con el programa RQFII (Renminbi QFII). Recientemente se ha llegado a un acuerdo de colaboración entre las bolsas de Shanghai y Hong-Kong, que permitirá a sendos inversores comprar y vender acciones cotizadas en la otra bolsa.
La Bolsa de Hong Kong es la sexta bolsa más grande del mundo por capitalización y la de Shanghai, la séptima, según explicaba Alfonso Martín, responsable global de flujos en Asia de Citi, en una reciente presentación en Madrid. Y el acuerdo debería representar un empujón muy importante al proceso de liberalización de los mercados financieros chinos, reduciendo la complejidad que representan los programas QFII y RQFII y permitiendo a muchas más entidades europeas y españolas considerar inversiones directas en acciones chinas.
Y también representa una apertura con respecto a los inversores mundiales, incluidos los latinoamericanos. “Considerando que este esquema da accesibilidad a una gran variedad de participantes, independientemente de que su país de residencia tenga un Memorando de Entendimiento (MOU) con China, y que es una forma fácil y rápida de acceder directamente al mercado China, es de esperar que inversores de Latinoamérica inicien o aumenten su exposición directa al mercado de A-shares”, explica en una entrevista a Funds Society José Luis Sánchez, responsable de flujos en Asia desde Latinoamérica en Citi.
Actualmente, los inversores latinoamericanos no han accedido directamente a A-Shares y se ha observado que utilizan ETFs, fondos u otros productos sintéticos para este fin, listados en EE.UU. o UCITS de Luxemburgo que tienen como subyacente acciones asiáticas. Gracias al acuerdo, llamado Stock Connect, dichos inversores lo podrán hacer directamente y sin requerir de mediadores. “Es de esperar que con esta apertura y la posibilidad de tener una mayor diversificación en los portafolios de inversión, el flujo hacia el mercado accionario chino se incremente considerablemente. Es importante señalar que este esquema atraerá aún más a aquellos inversores que seleccionan acciones específicas como parte de su estrategia de inversión y es también probable que una porción de lo que es invertido en índices globales de ciertos mercados sea ahora invertida en acciones chinas específicas”, explica el experto.
Un canal adicional
Según el experto, Stock Connect debe de ser visto como un canal adicional a los esquemas anteriores QFII y RQFII. “Stock Connect abre la puerta a una nueva gama de inversores, entre ellos fondos de cobertura (hedge funds), inversores individuales y otros inversores institucionales que tal vez no reúnen los requisitos para solicitar una cuota QFII o RQFII”.
Adicionalmente, un requisito dentro del esquema QFII es que debe de existir un Memorando de Entendimiento entre China y el país de origen del aplicante. En el caso específico de Latinoamérica, solo Argentina y Brasil cuentan con dicho memorando, sin embargo, bajo Stock Connect dicha limitación desaparece y países de todo Latinoamérica pueden participar.
El Stock Connect Program es un procedimiento simple, en el que las cuotas son asignadas directamente a la Hong Kong Stock Exchange (HKSE) y a la Shanghai Stock Exchange. El esquema Northbound (de Hong Kong a China) puede entenderse con el siguiente ejemplo de un inversor particular latinoamericano (ie, chileno), explica Sánchez:
Un gran paso hacia la apertura
En su opinión, el Stock Connect es un gran paso en la apertura del mercado Chino, no solo en el sentido de dar acceso a inversores internacionales al mercado de A-Shares de China (conocido como Northbound), sino también para inversores chinos a cierto tipo de activos que cotizan en la bolsa de Hong Kong (Southbound).
Desde 2003, el Gobierno chino dio los primeros pasos para dar acceso a inversores institucionales internacionales mediante la implementación del Programa QFII (Qualified Foreign Institutional Investors por sus siglas en inglés) con su respectiva cuota y utilizando como divisa el dólar americano. Al mes de abril pasado se habían otorgado US$55.000 millones de cuota QFII sobre un total disponible equivalente a US$150.000 millones. Posteriormente, en el 2012 y en los años siguientes se lanzó R-QFII como una opción adicional de entrada al mercado chino. Hasta la fecha, el total de cuotas R-QFII disponibles suman un total de $480.000 millopnes de RMB y están distribuidos de la siguiente manera: Hong Kong ($270Bn RMB); Singapur ($50Bn RMB); Londres ($80Bn RMB); Francia ($80Bn RMB); de las cuales se han otorgado RMB200.500 millones
Ahora, como parte de este esfuerzo de apertura y liberalización, el Stock Connect viene a reforzar la apertura del mercado de capitales chino y deja ver la clara tendencia hacia la internacionalización del RMB. “Es importante señalar que, por el momento, solo la bolsa de Shangai es participante por la parte china y está limitado al mercado de renta variable, pero es de esperarse que dichas restricciones sean relajadas en forma paulatina a otro tipo de valores”.
Y es un sistema más simple: Stock Connect sigue una lógica distinta a la aplicada hasta ahora a los programas de QFII y RQFII. En primer lugar, porque los inversores de países que no han firmado un MOU con China podrán aprovecharse del SH/HK Stock Connect, cuando no pueden pedir una licencia QFII o RQFII; además, SH/HK Stock Connect no requiere la obtención de una licencia específica, mientras que QFII y RQFII lo requieren via un proceso relativamente complejo; en tercer lugar,Stock Connect estará sometido a un sistema de quota pero únicamente al nivel de mercado, cuando QFII y RQFII funcionan con quota a nivel del inversor, lo que significa un control individualizado. Por último, es un canal de rápido acceso para inversores dado que no tienen que esperar los 4 o 5 meses necesarios para pedir la cuota como en QFII.
Un efecto multiplicador
El esquema del Stock Connect será fundamental en la integración de las A-shares en algunos índices globales o regionales dado que es un sistema de fácil utilización para conseguir liquidez directamente en A shares de China. En este sentido, MSIC ya inició la consulta con inversores para una posible inclusión potencial del 5% de A-Shares en su Emerging Markets Index. FTSE a su vez analiza de igual manera la inclusión de A-Shares en algunos de sus índices.
Hay que tener en cuenta que existe una cuota total y diaria en este programa. En el caso del Northbound (de Hong Kong a China) dichas cuotas son de 300 billones de RMBs y 13 billones de RMBs respectivamente. «Es de esperar que las autoridades reguladoras de este programa ajusten estas cuotas en forma paulatina (al alza) y en función de la demanda de acciones», dice Sánchez.