Que Bill Gross –el gurú de la renta fija– haya decidido empezar a poner su dinero en el oro, es ya de por sí una noticia a tener en cuenta en el mundo de las finanzas, pero la realidad es que no es el único que ha tomado esa decisión. Stanley Druckenmiller, George Soros o Jeffrey Gundlach ya se habían decantado por invertir en el metal precioso antes de que se les uniera Gross.
Y como ellos, el mercado parece estar pensando también que en un mundo lleno de turbulencias y tipos de interés negativos, el oro vuleve a ser uno de los valores refugio por excelencia. En lo que va de año, ha subido más de un 25%.
“La continua experimentación de los bancos centrales con tasas de interés negativas y los programas de compra de activos han sido el principal impulsor de la demanda alcista del oro en lo que va de año”, explica Ole S. Hansen, responsable de la estrategia en commodities de Saxo Bank.
Norbert Ruecker, responsable de análisis de commodities de Julius Baer, califica la demanda de inversión de oro en la primera mitad de este año como estelar. “Las entradas de capital en activos respaldados por bienes tangibles superaron los flujos vistos durante la crisis financiera. La incertidumbre del mercado, la debilidad del dólar y las renovadas preocupaciones sobre la inflación monetaria proporcionaron un suelo fértil para un inesperadamente fuerte rally del precio del oro, que se vio amplificado más tarde por el momentum del trading y una confianza positiva”, explica.
El gestor cree que es probable que, dadas las condiciones del mercado, los inversores continúen dirigiendo flujos de capital al mercado del oro. La debilidad del dólar y la reticencia del Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed a subir de nuevo los tipos de interés son dos factores que van a respaldar la demanda.
“Cuando hay un susto existencial en los mercados, como lo hubo en Europa en 2011/12, mantener el oro como cobertura contra el riesgo geopolítico puede ser apropiado”, estima Mark McFarland, economista jefe de Asia de Union Bancaire Privée (UBP).
Según el informe semanal de ETF Securities, las distribuciones de capital en los ETPs sobre oro no se atenuaron la semana pasada, totalizando los 121 millones de dólares. Los datos de los futuros de la CFTC resaltan las perspectivas optimistas extremas de los inversores respecto al metal precioso, donde los contratos largos marcan casi nuevos récords (ajustados por la media) de acuerdo a los datos disponibles desde 1995. Hasta el momento, prácticamente no se ha colocado capital en los ETPs cortos sobre oro, habiendo recibido la semana pasada solamente 0,8 millones de dólares.
Ursula Marchioni, directora de estrategia de iShares para la región EMEA, achaca también las entradas en los productos cotizados de oro -captaron 3.200 millones de dólares en julio- a la búsquedas de alternativas de los inversores a los tipos negativos y al incremento de la volatilidad. En lo que va de año, la inversión en ETPs de oro ha aumentado hasta los 25.100 millones de dólares, por encima del récord anual de 2009, situado en 17.000 millones.
Sin embargo, Hansen, de Saxo Bank, recuerda que desde una perspectiva estacional, el oro ha aumentado en cada agosto durante los últimos cinco años, mientras que en septiembre ha mostrado pérdidas en los últimos cuatro de los cinco años.