Petrobras vive estos días su terremoto particular desatado tras conocerse una trama de corrupción colosal dentro de la compañía. Tras una investigación, la semana pasada un informe concluía que la compañía ha reducido el valor de sus activos en 32.500 millones de dólares como consecuencia de la corrupción dentro de los estamentos más altos de la petrolera y la ineficienciaen la planificación y ejecución de proyectos.
Petrobras presentó con retraso a finales de enero los resultados financieros del trimestre que acababa en septiembre de 2014, sin la aprobación de su auditor independiente, PwC. Como respuesta, sus acciones han perdido un 58% en 4 meses.
Durante las últimas semanas la petrolera brasileña ha asistido al arresto de tres ejecutivos de alto rango y de otras 30 personas, incluidos altos cargos de proveedores clave para la empresa estatal. La policía destapó un esquema de arreglo de precios y sobornos que supuestamente benefició al Partido de los Trabajadores de la presidenta del país, Dilma Rousseff, y a otras agrupaciones políticas.
Según las autoridades, el esquema desvió al menos 3.700 millones de dólares de las arcas de Petrobras, aunque la cifra podría superar los 28.000 millones de dólares, informa Reuters. Un daño de largo alcance en las cuentas de la compañía.
La dimisión esta mañana de Graça Foster, presidenta ejecutiva de la petrolera, arroja algo de luz sobre la confianza de los inversores y las acciones de la compañía estatal repuntan hoy en torno a un 6%. Pese a gozar de la total confianza de Dilma Rousseff, el cargo de Foster se había vuelto insostenible tras destaparse el escandalo. Entre la caída del precio del crudo y el baile de cargos en Petrobras, el sector petrolero en Brasil sufre una severa parálisis y los efectos empezaban a sentirse en toda la economía.
Foster, amiga personal de Rousseff, fue nombrada en 2012 con la esperanza de que pudiera limpiar la compañía, pero sus esfuerzos han sido inútiles y, aunque no hay indicios de su participación, todo apunta a que la trama de sobornos y desvío de fondos continuó durante su mandato. Con Foster es previsible que abandone la mayor parte del equipo directivo de Petrobras.
Varios medios locales apuntan ahora a Henrique Meirelles como su sucesor. Meirelles es un veterano de la política brasileña, ex presidente del Banco Central y del BankBoston.
Una de las cuestiones más discutidas en la actualidad es si Petrobras conservará la calificación de grado de inversión. Fitch ha declarado que el cambio de directiva es un paso en la dirección adecuada para restablecer la credibilidad de la compañía. Dicho esto, el martes rebajó la calificación de la deuda en moneda local y extranjera a BBB-, desde BBB; dejando las deuda de Petrobras a un paso del high yield, con perspectivas negativas. Esta rebaja de rating afecta a aproximadamente 50.000 millones de dólares de deuda, incluyendo emisiones de PIFCO y de PGF, garantizadas de forma incondicional e irrevocable por Petrobras.