Amortiguar las consecuencias del Brexit. Ése parece ser el objetivo del Banco de Inglaterra que, sin decepcionar las expectativas del mercado, ha reducido los tipos de interés de referencia en 0,25 puntos, desde el 0,5% hasta el 0,25%. Una decisión que ha tomado por primera vez en siete años, desde 2009. Además, ha abierto una nueva línea de liquidez de 100.000 millones de libras para la banca, para asegurar que el crédito llega a la economía real, y también realizará compras de bonos soberanos por valor de 60.000 millones de libras y destinará otros 10.000 millones a la adquisición de bonos corporativos durante el próximo año y medio.
El banco central ya había advertido que, a causa de la decisión de la mayoría de los británicos de abandonar la Unión Europea, aumentarían los riesgos para la estabilidad financiero del Reino Unido, y su decisión trata de contener esas consecuencias negativas. “El Banco de Inglaterra ha recortado tipos, restaurado el QE, incluyendo crédito en su programa de compra de deuda, e iniciado un nuevo esquema de financiación para los bancos. En poco tiempo, ha usado todas las herramientas que los participantes del mercado habían considerado”, dice Mike Amey, responsable de carteras en libras de PIMCO.
“El recorte de tipos realizado hoy por el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (MPC) no ha sorprendido al mercado, que ya descontaba un 100% de probabilidades de que se llevara a cabo una rebaja de tipos hasta el 0,25%. Actualmente, los tipos del BoE se encuentran en mínimos históricos de los últimos 322 años. Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, y demás miembros del MPC ya habían apuntado a este movimiento en las últimas semanas. Lo que sí ha sorprendido es la envergadura del paquete de estímulos, que podría ampliar el balance del banco en 170.000 millones de libras, incluidas compras de deuda corporativa por valor de 10.000 millones”, explica Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija minorista de M&G Investments. Y es que, añade, «la atonía de los indicadores económicos registrada tras el referéndum apunta a un notable deterioro de la actividad empresarial y de la confianza de los consumidores”.
En su opinión, ante la probabilidad de que se produzca una ralentización del crecimiento económico en 2017 —según la revisión a la baja a cargo del BoE de las previsiones de crecimiento, del 2,3% al 0,8%—, la autoridad decidió actuar de forma preventiva, con un paquete de medidas destinado a respaldar la economía británica. “El paquete de estímulos anunciado hoy pone de manifiesto el cambio de enfoque del Banco de Inglaterra sobre la gestión de la economía. Actualmente no existen pruebas estadísticas de que el mercado laboral se esté deteriorando o de que la inflación sea un problema. Ante la incertidumbre económica generada por la decisión del Reino Unido de abandonar la UE, el MPC ha optado por actuar pronto, con firmeza y contundencia para limitar el daño que una contracción en la inversión empresarial y en el consumo de los hogares podría tener en la economía del país”.
La entidad monetaria renunció en julio a tomar medidas, con el argumento de que los mercados estaban «funcionando bien» desde la victoria del Brexit, a pesar de una fuerte caída de la libre frente al dólar. Pero ahora, no tenía opción, dicen los expertos. “Si bien los mercados ya descontaban el recorte de tipos, la decisión de reanudar el programa de relajación cuantitativa e introducir nuevas medidas para estimular el crecimiento muestra las repercusiones reales de la decisión del electorado británico de abandonar la Unión Europea. Ante el desplome de los datos en las últimas semanas desde el referéndum, está claro que el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra se ha sentido obligado a actuar de forma contundente”, explica Nick Langley, co-consejero delegado y co-director de inversiones en RARE Infrastructure, filial de Legg Mason.
Cautela respecto a los logros
En este contexto, los analistas y gestores valoran la decisión, pero son cautos con respecto a sus logros: “A pesar de las acciones anunciadas en el día de hoy, aún está por ver si bastarán para impulsar la confianza de empresas y consumidores en todo el país, en vista de la incertidumbre continuada que se cierne sobre la relación del Reino Unido con la Unión Europea”, dicen desde M&G.
“El banco realmente necesitaba anunciar este tipo de medidas. Pero más por el bien de su propia reputación, que por los beneficios económicos que supongan”, comenta Lucy O´Carroll, economista jefa de Aberdeen Asset Management. “Todos habíamos sido aleccionados para esperar algo este mes tras la inacción del mes de julio. Lo que realmente importa es si el Gobierno aprobará medidas de estímulo fiscal en otoño. La política monetaria ya no puede hacer mucho más por si sola”, advierte.
Menos retornos en los mercados… vía libre para los alternativos
Estas medidas de recorte de tipos y programas de compra de deuda contribuirán a bajar aún más las rentabilidades de la deuda británica. “Extendiendo el programa QE durante los próximos seis meses y el de compra de crédito 18 meses, la autoridad ha indicado que espera estar en modo acomodaticio durante un tiempo. Ello está impulsando nuevos mínimos en las rentabilidades de la deuda pública británica y presionado a la baja la libra esterlina”, dicen desde PIMCO, donde creen que estos niveles se justifican por el programa del BoE y que éste apoyará esos movimientos en el futuro.
Algo que podría dar alas a activos que ofrecen más retornos como los alternativos. “Queda por ver si esta intervención es suficiente para reavivar la anémica economía del Reino Unido, pero, para los inversores, esto se traduce en que será más complicado lograr rentas periódicas. Ante la rentabilidad casi nula que arrojan los activos líquidos, este último recorte hará que los tipos de la deuda pública caigan aún más. En este contexto, las clases de activos como las firmas de infraestructuras cotizadas pueden ofrecer mayores rentabilidad, algo difícil de encontrar en otros activos, con la ventaja añadida de que brindan protección frente al probable repunte de la inflación”, añaden desde la filial de Legg Mason que invierte en infraestructuras.
¿Podría haber más medidas?
Además de la posibilidad de que el Gobierno instaure medidas fiscales, como explican en Aberdeen AM, M&G espera que, en adelante, el BoE se mantenga a la expectativa para que las acciones adoptadas hoy calen en la economía. Sin embargo, el gobernador Carney ha demostrado ser favorable a posturas acomodaticias y, en caso de que los datos económicos se debiliten en los próximos meses, «es probable que opte por implantar nuevas medidas de estímulo, como otro posible recorte de tipos”, explica Doyle.