Hoy, 8 de noviembre, se cumple un año de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Una victoria que convertía al controvertido empresario en el 45º presidente de Estados Unidos. Entonces, las bolsas del mundo le recibían la noticias con caídas; por ejemplo las bolsas de Asia-Pacífico cerraron en rojo, el euro se disparó y el dólar se desplomó ligeramente.
Unas caídas que el mercado corrigió rápidamente y, visto con distancia, no pasó tanta factura como se pronosticaba al principio. Incluso las bolsas y los inversores acogieron como una buena noticia su propuesta de reforma fiscal y sus planes de reactivar el sector manufacturero estadounidense.
Lo que sí se provocó con el mandato de Donald Trump fue la vuelta de la incertidumbre política a los mercados. Durante este primer año se ha visto como Trump ha generado mucho ruido, por ejemplo a través de Twitter, en lo que a relaciones internacionales se refiere, en particular la escalada de tensión con Corea del Norte que se produjo este verano. Estas forma de abordar la política exterior, sumado a los frenos que Trump encuentra en el Congreso para sacar adelante sus medidas son un cóctel que el mercado interpreta como un riesgo político.
Según el análisis de Hartwig Kos, co responsable de multiactivos y vice jefe de inversiones de SYZ Asset Management, es verdad que hace un año los inversores le aclamaron como el salvador de las pequeñas ciudades de América y la euforia hizo que la renta variable de pequeña capitalización y los bancos subieran.
Promesas electorales
“El propio Trump continuó abogando por la derogación y el reemplazamiento del Obamacare y las rebajas fiscales, mientras le decía a los americanos que esperaran un paquete en infraestructuras de un billón de dólares. ¿Qué ha ocurrido en realidad? El Obamacare todavía está vigente y el debate sobre la reforma fiscal apenas ha comenzado. También ha estado muy calmado sobre lo que iba a hacer en las infraestructuras americanas”, explica Kos.
No obstante, la economía de Estados Unidos ha continuado evolucionando muy bien y el S&P 500 encadenó siete subidas mensuales consecutivas y más de 50 nuevos máximos en lo que va de año. En este sentido, Kos se plantea si Trump ha tenido algo que ver con los fuegos artificiales en Wall Street y la sólida expansión de la economía estadounidense. “No mucho. El llamado Trump Trade quedó completamente invalidado en los primeros ocho meses del año, lo que refleja la decepción general de los inversores con la presidencia de Donald Trump hasta el momento”, afirma.
Según reconocen desde Thomson Reuters Lipper, lo que también ha “florecido” es el negocio de fondos mutuales en Estados Unidos, tanto el crecimiento en activos bajo gestión con su desempeño. “Si bien los inversionistas continúan alentando los informes de ganancias del tercer trimestre de 2017, que son mejores de lo esperado, muchos aún parecen apostar por la reforma tributaria radical y el desarrollo de infraestructura prometido por la actual administración”, explican.
En 2018
Es cierto que la previsión de una rebaja fiscal ha revivido con el reflation trade desde septiembre, “pero se puede argumentar que cualquier posible éxito con respecto a la reforma tributaria de EEUU se podría dar con o sin Trump”, señala Kos.
En opinión de Nadia Grant, directora de inversión en renta variable de Columbia Threadneele, “los últimos meses han presenciado una serie de desafíos para la administración Trump y como resultado de eso el mercado refleja ahora un alto grado de escepticismo sobre el posible impacto de la agenda republicana favorable al crecimiento. Esto se refleja en el bajo rendimiento de las acciones que pagan impuestos altos y en los procesos de recompra de acciones de las compañías más enfocadas en el mercado interno. En términos de valoración, el mercado espera un crecimiento de las ganancias de dos dígitos este año y el próximo, impulsado por un sólido contexto económico nacional y una recuperación global sincronizada fuera de Estados Unidos”.
Los analistas del departamento de Research de Deutsche Bank destacan que en este primer año de gobierno se esperaban fuertes políticas de proteccionismo y antiglobalización, así como un aumento del gasto fiscal. Las posturas proteccionistas se han hecho evidentes, pero por ahora no ha habido un cambio en la política fiscal. Es más, los expertos de la entidad han evaluado el comportamiento de los mercados, destacando la implacable actuación de los valores en Estados Unidos ya que, de un total de 41 empresas cotizadas, 38 han tenido rendimientos positivos.
“En los últimos 12 meses, el S&P ha tenido un retorno del +23,5% y sus resultados han sido positivos cada mes desde la victoria de Trump. Curiosamente, no es la reacción más positiva que ha tenido este índice tras unas elecciones: cuando ganó Franklin D. Roosevelt el rally fue de un 36,8% en un año”, apuntan.
Para Kos, habrá que estar atentos al próximo año. “A la luz de las elecciones de 2018, el Partido Republicano, que tiene el control tanto de la Cámara como del Senado, se encuentra bajo una enorme presión para que se ratifique al menos su legislación estrella. Con esto en mente, el Partido Republicano podría finalmente superar sus diferencias y aprobar un proyecto de ley. Trump es en gran parte simplemente ruido, aunque un ruido que suena muy alto”, concluye.