Luxemburgo se ha convertido en un centro de referencia para la industria global de fondos de inversión. Eso explica que el volumen en fondos bajo la ley luxemburguesa creciera el 10% a lo largo del año pasado, desde los 2,38 billones de euros de 2012 a los 2,61 de cierre de 2013, según los datos ofrecidos por Camille Thommes, director general de la asociación luxemburguesa de la industria de la gestión, ALFI, en un evento celebrado con periodistas en Luxemburgo. Con 193.000 millones de euros captados en términos netos en 2013, los flujos hacia sus fondos supusieron casi la mitad de las ventas totales de la industria en Europa.
En vista del éxito de sus productos, las gestoras internacionales se ven seducidas por la solvencia del país, su entorno regulatorio y los servicios que les ofrece para registrar sus fondos en este domicilio e internacionalizar sus ventas, valorando muy positivamente que los productos UCITS domiciliados en el país son comercializados en muchos lugares del mundo. Pero ALFI no quiere limitar su poder de atracción a los fondos con la marca UCITS, sino que busca hacerse un hueco en el negocio de los fondos alternativos regulados bajo la nueva directiva alternativa europea, la AIMFD.
Actualmente, los activos en fondos alternativos en Luxemburgo ascienden a 550.000 millones de euros, y el objetivo de ALFI es duplicar esta cifra –que supone una cuota de mercado a nivel global del 5,6%- en un periodo de cinco años. “El objetivo de ALFI es doblar los activos y la cuota de mercado en un periodo de cinco años”, explicaba Marc Saluzzi, presidente de la asociación, hasta alcanzar una cuota de mercado de en torno al 10%. “Queremos que las compañías obtengan su pasaporte alternativo en Luxemburgo pero también atraer a los vehículos de inversión, a los fondos”, explicaba, añadiendo que la tendencia de registro de fondos de private equity, hedge funds e inmobiliarios es muy positiva.
Saluzzi quiere que Luxemburgo sea un importante domicilio para los hedge funds y en ese camino hacia ganar cuota de mercado cree que “hay signos de que se avanza en la dirección correcta”, con una fuerte voluntad de hacer la competencia a jurisdicciones más asociadas con este tipo de fondos como Irlanda. De hecho, Irlanda era señalada en un reciente estudio como domicilio más popular entre los gestores.
Los pasos adelante
Actualmente solo 123 compañías han solicitado la licencia para el obtener el pasaporte europeo de gestión alternativa ante el supervisor luxemburgués, la CSSF, y 33 lo han logrado. Saluzzi considera que, teniendo en cuenta las entidades existentes, hasta 360 podrían solicitar el pasaporte pero no espera ver más de entre 150 y 180 en total. Y tampoco le obsesiona porque, a diferencia de otras jurisdicciones con mayor número de solicitudes pero también de gestoras de tamaño más modesto, como Reino Unido o Francia, Luxemburgo quiere atraer a “los mayores jugadores”.
A Saluzzi tampoco le agobia el aparente retraso en el proceso: “El 1 de abril sería una buena fecha límite para las solicitudes pero pueden realizarse hasta el último momento”, cuando se verá “el papel que juega Luxemburgo en el sector”. Saluzzi matiza que están trabajando para mejorar su eficiencia en todo el proceso.
En esta meta de doblar sus activos, el presidente también muestra su intención de captar parte del negocio de los fondos de hedge funds. “Algunos inversores se decantan por los productos offshore pero otros piden mayor regulación y transparencia, por lo que habrá fondos de hedge funds que se regularicen”, explica.
Dos desarrollos
En este contexto, Saluzzi señaló dos desarrollos que ayudan a Luxemburgo a ganar atractivo para captar el negocio alternativo regulado: en primer lugar, el nuevo régimen de sociedades limitadas (Limited Partnership) introducido tras la trasposición de la directiva alternativa en Luxemburgo, que ya cuenta con cerca de un centenar de casos. En segundo término, los fondos de inversión especializados (SIF), que continúan creciendo. Así, se han creado más de 1.500 SIF desde 2007 y gestionan más de 300.000 millones de euros.