Armado con un fax, un ordenador, un teléfono y 265.000 dólares de capital, Ken Griffin montó su fondo de inversión en 1987 desde su dormitorio en Harvard, que hacía las veces de oficina. Con esta modesta infraestructura, Griffin captó capital por importe cercano al millón de dólares atrayendo la atención de Frank Meyer, co-fundador de Glenwood Partners. Esto le dio la oportunidad de sentar las bases de lo que es hoy uno de los Hedge Funds más potentes de Wall Street.
En las próximas semanas, Citadel «tendrá el honor», según sus propias palabras, de contar entre sus filas con un consejero de excepción: el expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, acaba de fichar por la firma sólo año y medio después de ceder el timón a Janet Yellen y tras lidiar en sus ocho años al frente de la Fed con la mayor crisis financiera de los últimos 50 años.
Con la publicación de su libro sobre la crisis financiera ya lista para otoño, el mercado daba por sentado que Bernanke no tardaría en encontrar un puesto en el sector financiero -tal y como hicieran antes Alan Greespan o Jeremy Stein-, pero llegado el momento siempre surge la pregunta ¿Habrá incompatibilidad? ¿Tendrá Bernanke información sobre cuándo tiene previsto la Fed subir los tipos de interés?
En declaraciones recogidas por The New York Times, Bernanke asegura entender las preocupaciones de la industria por las frecuentes ‘puertas giratorias’, es decir, funcionarios de alto rango, con contactos y experiencia, que acaban pasando a la empresa privada. Sin embargo, el expresidente de la Fed explica que ha escogido precisamente Citadel, porque no está bajo la supervisión de la Fed y porque en su nuevo desafío laboral “no tiene intención de hacer lobby de ninguna manera”.
Varias entidades interesadas en ficharle
También dejó caer que podría haber fichado por otras entidades financieras, pero que efectivamente “quería evitar la apariencia de un conflicto de intereses”. “Descarté todas las firmas reguladas por la Fed”, apuntó.
En un comunicado, el CEO la compañía, Ken Griffin, afirmó sentirse muy orgulloso de la nueva incorporación. Bernanke “tiene un extraordinario conocimiento de la economía mundial y sus ideas sobre la política monetaria y los mercados de capital serán muy valiosas para nuestro equipo y para nuestros inversores», explicó.
A 1 de marzo, Citadel gestiona más de 25.000 millones de dólares en activos y posee oficinas en Chicago, Nueva York, Londres, Hong Kong, San Francisco, Boston, Dallas, Greenwich, Houston y Toronto.