“Biscayne Art House”, sala de exposiciones de la boutique de wealth management Biscayne Capital, abrió sus puertas el pasado mes de diciembre con el propósito de convertirse en punto de encuentro para los amantes del arte de Miami y de toda América Latina. Situada en el corazón del distrito financiero de Brickell, en Miami, la nueva sala se encuentra en la sede de Biscayne Capital, un edificio histórico que refleja el esplendor clásico del viejo Miami y a solo un paso del downtown de la ciudad. El edificio, enclavado en un jardin tropical, muestra su propósito artístico a través de una combinación única de arquitectura colonial americana.
La sala, patrocinada por Biscayne Capital y por The Ninoska Huerta Gallery como mano cultural del proyecto, abrió sus puertas con una exposición de los artistas Dario Pérez-Flores y Marcos Marín. La idea es que cada seis u ocho semanas se inaugure una nueva exposición con el trabajo de diferentes artistas de América Latina y el Caribe. «Biscayne Art House» busca convertirse en una puerta de arte de las Américas, tal y como explicó a Funds Society la responsable de Biscayne Art House, Ana María de Piña.
Darío Pérez-Flores (Venezuela, 1936) estudió en la escuela de Bellas Artes en Valencia y en la Universidad Central de Venezuela. Se unió al movimiento óptico en 1970; en ese mismo año se traslada a Francia, para culminar en 1973 sus estudios de Artes Plásticas en la Universidad de Vincennes-París VIII, bajo la dirección de Frank Popper. En su planteamiento reciente, Pérez-Flores intenta superar sus estructuras matemáticas con una manipulación ilustrada del espacio ofreciendo un sistema de la plasticidad formal. Las pinturas exhiben un movimiento simulado, que se alcanza a través de la combinación de líneas coloridas pintadas en paneles con barras secuencialmente suspendidas, paralelas a la superficie de la pintura.
Por su parte, Marín (Brasil, 1967), hijo de un productor de cine español y una cantante de ópera brasileña, reside actualmente en Mónaco. Según apunta Julia Sáez-Angulo en su blog «La Mirada Actual», Marín, «con ciertos guiños al pop y, en concreto a Andy Warhol, ha retomado iconos reconocibles del mundo del cine, de la canción o del espectáculo como Marilyn Monrroe, Audry Hepburn, Alain Delon, Romy Schneider, Alfred Hitchcock, Sofía Loren, Jacques Brell, Amalia Rodrigues, Sarah Bernard, Brad Pitt, Pavarotti y otros, para que la imagen sea reconocible y aceptada por un gran público que, de inmediato se fija en la habilidad plástica la presencia y ausencia vertical del material de base, así como de los ritmos geométricos con que lo dota. El resultado viene a ser en muchos casos como el negativo singular de una fotografía», añade.